¿Tienes niños pequeños? Estas son 8 cosas para disfrutar de esta etapa

Tener niños pequeños no es fácil. Sus rabietas, su legendaria lentitud a la hora de ir al colegio, los llantos nocturnos y despertares tempraneros a menudo hacen pasar un mal rato a sus padres. Sin embargo, si damos un paso atrás y saboreamos el momento, ¡hay tanto que celebrar en esta etapa de sus vidas! He aquí algunos pequeños placeres para saborear cuando se tienen niños pequeños.

Las pequeñas perlas de los niños pueden transformar el peor de los días en un abrir y cerrar de ojos y borrar el gran error que acaban de cometer en cuestión de segundos. Sus inocentes y preciosos comentarios, ya sean conmovedores, divertidos, interesantes o simplemente bonitos, alegran mucho la vida diaria de los padres. Sin olvidar las palabras y frases que no siempre pueden pronunciar correctamente.

Gracias a su inocencia (y creatividad), los niños no reaccionan de la misma manera que los adultos ante las dificultades de la vida. Sí en el salón no hay sitio para todos los amigos de la fiesta de cumpleaños, así que los habrá en el baño y en el pasillo. Si el coche está en el garaje, iremos andando a casa de la abuela, ¡y no me importa si tardamos todo el día!

Con los niños, las cosas sencillas de la vida se transforman rápidamente en algo extraordinario. Una caja de cartón vacía se convierte en un cohete, un viaje subterráneo en una auténtica aventura, la belleza del cielo matutino en la más bella de las creaciones divinas… Los adultos tenemos mucho que aprender de este talento para maravillarnos ante lo ordinario y contentarnos con poco.

La generosidad de los niños es a veces sorprendente. Por supuesto, no siempre querrán compartir un trozo de tarta con su hermano, pero estarán encantados de darle todas sus monedas a su madre para que pueda comprarse un abrigo. ¿Y qué decir de su voluntad de construir una casa para una persona sin hogar? Como san Vicente de Paúl, a menudo muestran verdadera caridad.

En el mundo actual, cada vez más acelerado, la forma en que los niños manejan el tiempo -a veces no soportan esperar, otras se toman su tiempo- pone a prueba los nervios de los padres. Si la paciencia es algo que todos los padres intentan inculcar a sus hijos, también es gracias a esa cabecita rubia que pueden cultivarla a su vez.

Ver ana mujer de 30 años columpiándose y riéndose a carcajadas en un parque infantil es un espectáculo extraño. Pero si esta mujer tiene hijos que se divierten con ella es porque es una mamá que disfruta de su derecho de volver a la infancia con sus hijos.

Antes de ser padres es difícil darse cuenta de hasta qué punto el cuidado de un niño pequeño exige autocontrol, paciencia, consideración, valor, perdón y sacrificio. Al convertirse en padres, los adultos crecen con sus hijos y se convierten en la mejor versión de sí mismos.

Aunque tengan tendencia a decir cosas hirientes como "ya no te quiero", "eres malo," "ya no eres mi padre"; o te hagan cuestionarte constantemente, los niños, sin saberlo, refuerzan tu autoestima. Un simple vestido que mamá se pone por la mañana la convierte en una princesa a sus ojos. Papá abre la puerta de un lugar con sus brazos y se convierte en un superhéroe... Por no hablar de su amor incondicional, que podría calentar los corazones de los padres en medio de su rutina diaria.