Una chica de 19 años en el apogeo de su éxito, con un vacío en su interior: "No me reconocí, no me amaba". Ella se ha aferrado a la autoestima, y es un esfuerzo solitario que esconde la expectativa de una voz que nos dice que somos amados antes de que aprendamos a amarnos a nosotros mismos.
Hay que aplaudir a Madame. Anoche desde el escenario habló con la voz de ella misma, Francesca Calearo, de 19 años. Su monólogo de menos de 3 minutos estuvo lejos de los guiones ideológicos (admito que tenía miedo de que cayera en eso y me alegro de haberme equivocado). Ha expuesto su vulnerabilidad personal, ansiedad y falta de sentido.
Tal confesión vale oro en estos días, porque es compartir el punto débil que abre una grieta en el hablante y oyente. Madame ha revelado, quizás más allá de sus intenciones, un gran enemigo: el error de tener que concentrarnos solo en nuestro esfuerzo egocéntrico para superar el miedo al mal, para encontrar sentido al sufrimiento.
Tan solo amarse. ¿Posible?
Esta noche quiero hablarte de algo que hasta hace poco no tenía, que es la autoestima. […] Debemos aprender a amar todo lo que nos rodea, incluso las peores partes, las que nos hacen sufrir, que nos gustaría cambiar. Pero si tratamos de cambiarlas odiando quiénes somos, hacemos un lío. La falta de autoestima es una mala bestia. Si no la tienes, sientes que no vales nada.
El debut de Madame sigue perfectamente el tema de la canción llevada a San Remo:
Somos una maraña de matorrales y sombras, un bosque lleno de ruidos. Nadie, mirándose al espejo, ve un retrato limpio. Estamos en un pantano. La única respuesta posible a este cúmulo de preguntas y tropiezos que llevamos dentro es el ídolo de la autoestima, de la autoconvicción de que todo está bien, hasta lo peor, es un aterrizaje aparente e inestable. Esto me gustaría decirle a Madame, pero primero atesoro su historia de la oscuridad por la que ha pasado.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.