Las marchas por la paz convocaron a miles de personas en varias ciudades del país sudamericano Desde Quito –con epicentro en la plaza de San Francisco ubicada en el Centro Histórico- a Guayaquil, pasando por otras localidades como Cuenca, Ambato y Santo Domingo, miles de ciudadanos ecuatorianos marcharon por la paz este jueves en Ecuador.
Banderas, globos blancos y pasacalles con frases referentes a la paz fueron el común denominador de un acontecimiento que generó emoción y unidad a nivel nacional.
Es que las trágicas noticias vinculadas al secuestro y asesinato de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, integrantes del equipo periodístico de El Comercio, además de otros dos nuevos casos –una pareja de ciudadanos- a manos de la disidencia de las FARC en la zona fronteriza entre Ecuador y Colombia, no ha dejado a nadie indiferente tanto en Ecuador como en otros países de la región.
Tampoco quedaron en el olvido los cuatro militares muertos en el cantón de San Lorenzo luego de un atentado con explosivos y que generó hasta un sentido mensaje del papa Francisco.
Durante estas movilizaciones -que contaron con la adhesión de un sinfín de instituciones, organizaciones y medios de comunicación- fue posible observar un claro gesto de solidaridad para con los familiares, amigos y colegas de las víctimas del grupo liderado por alias “Guacho”, el hombre más buscado de Ecuador y Colombia en estos momentos, el ya famoso narcoguerrillero de origen ecuatoriano disidente de las FARC.
“Nos unimos en un acto de solidaridad para exigir que el Gobierno agote todas las medidas para traer los cuerpos de nuestros colegas y darles el descanso que se merecen. Esta marcha es en memoria de todas las víctimas, por la paz y por la vida de las dos personas que hoy están secuestradas; también para exigir garantías para ejercer nuestro trabajo”, señaó Maricela Franco, una periodista local, indica La Hora.
Además de la fuerte movilización de las últimas horas, el propio arzobispo de Guayaquil, que también participó de la marcha, ofició una misa para pedir por la paz. Comprometernos por esa cultura de la paz donde el diálogo sea el camino más justo, más oportuno y más adecuado. Un diálogo donde podemos escucharnos y llegar a soluciones que lleven a todos los ecuatorianos a vivir de la mejor forma”, expresó a los medios de prensa.
La propia Iglesia ecuatoriana ha cumplido un rol protagónico con respecto al asesinato del equipo periodístico y los nuevos secuestros en la compleja zona fronteriza entre Ecuador y Colombia. Desde el propio presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador, monseñor Eugenio Arellano, que se ofició de mediador para dar con “Guacho”, líder del grupo disidente de las FARC responsable de los hechos, hasta el rotundo apoyo a través de acciones y oraciones con respecto a familiares y víctimas.
Estas marchas desde un primer momento contaron con el empujón de la iglesia de Ecuador. “En estos momentos no hay partido político, ni bandera que nos separe”, expresó monseñor Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca, reproduce el sitio web de la CEC.
¿Qué pasa con Colombia?
Otra de las grandes interrogantes que dejan esos acontecimientos tiene que ver con la relación bilateral entre Ecuador y Colombia. El tema de los disidentes de las FARC y la situación de otros grupos guerrilleros también ha golpeado de cerca a Ecuador. En las últimas horas desde el gobierno ecuatoriano se anunció, por ejemplo, que el país dejará de ser sede y garante de los diálogos de paz con el ELN.
Mientras se define el nuevo lugar para los diálogos –hasta ahora Brasil y Chile se manejaban como posibles sucesores- en Ecuador lo único que se escuchó, retumbó y caló hondo fue un categórico grito de paz.
Con información en base a El Comercio, La Hora y CEC