Campaña de Cuaresma 2025
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Es común ver a sacerdotes, religiosos y religiosas detenidos durante el día para hacer oración, usando un pequeño libro. A veces incluso los laicos tienen ese mismo libro y se sientan en los bancos traseros de la iglesia para rezar. ¿Qué están rezando?
La Liturgia de las Horas
Sacerdotes, religiosos y diáconos están obligados a rezar diariamente lo que se denomina la Liturgia de las Horas, también conocida como Oficio Divino. Consiste en rezar un conjunto de oraciones cada día a diferentes horas, desde la mañana a la noche. Es una rutina de oración no exclusiva de los consagrados a Dios, sino una práctica de oración común para muchos laicos.
Rezar con los salmos
Históricamente, los judíos han rezado en intervalos fijos a lo largo del día. El rey David, quien se cree escribió los salmos, proclama:
“De tarde, de mañana, al mediodía,
gimo y me lamento,
pero él escuchará mi clamor”. (Salmo 55, 18)
Incluso el profeta Daniel parece haber rezado a intervalos específicos.
“Cuando Daniel supo que el documento había sido firmado, entró en su casa. Esta tenía en el piso superior unas ventanas que se abrían en dirección a Jerusalén, y tres veces por día, él se ponía de rodillas, invocando y alabando a su Dios, como lo había hecho antes” (Daniel 6, 11).
Rezar durante el día
El pueblo judío inició una tradición de rezar tres veces al día: mañana, tarde y noche. Esto creció hasta desarrollar un programa de oraciones de salmos en particular, ya que expresaban los múltiples deseos del corazón humano.
Jesús aparece rezando los salmos en varias ocasiones, como en una de sus palabras más famosas, del salmo 22, pronunciado desde la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
Ya que la mayoría de los primeros cristianos eran conversos del judaísmo, continuaron con la tradición judía de rezar los salmos. Este tipo de oración se mantuvo a medida que creció la Iglesia y, según señala el padre Timothy Gallagher en su libro Praying the Liturgy of the Hours [Rezar la Liturgia de las Horas]: “Por toda la Iglesia, en Palestina, Antioquía, Constantinopla y África, los cristianos se reunían en sus iglesias dos veces al día para rezar los salmos. Diariamente se reunían para los ‘himnos matinales y nocturnos’”.
La liturgia cristiana
Más tarde, esta tradición se extendió en los monasterios a rezar los salmos siete u ocho veces al día, en un esfuerzo por vivir las palabras de san Pablo de “orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5,17). Esta tradición tiene la siguiente forma:
- Maitines (durante la noche, a menudo a medianoche); también llamados Vigilias o Nocturnos (Oficio Nocturno)
- Laudes u “Oración de la mañana” (al amanecer o a las 3 a.m.)
- Prima u “Oración de la madrugada” (Primera Hora, en torno a las 6 a.m.)
- Tercia u “Oración de Media mañana” (Tercera Hora, alrededor de las 9 a.m.)
- Sexta u “Oración de Mediodía” (Sexta Hora, en torno al mediodía)
- Nona u “Oración de Media Tarde” (Novena Hora, en torno a las 3 p.m.)
- Vísperas u “Oración del Atardecer” (en torno a las 6 p.m.)
- Completa u “Oración de la Noche” (antes de ir a dormir, normalmente a las 8 p.m. o 9 p.m.)
La Iglesia extendió los 150 salmos a lo largo de estas horas y con el tiempo terminó creando un ciclo de oración. Actualmente consiste en un Salterio con el que se rezan todos los salmos en un periodo de cuatro semanas (si se observan todas las “horas” de oración).
Todos deberíamos rezarla
Los monasterios contemplativos mantienen este ritmo de oración, mientras que los sacerdotes u otros religiosos activos tienden a “agrupar” las horas juntas. Por ejemplo, si un párroco tiene reuniones toda la tarde y noche, rezará la Oración de Vísperas y la Oración de la Noche seguidas inmediatamente antes de retirarse a dormir. El momento del día es menos importante para los que viven en el mundo que para los hombres y mujeres enclaustrados, que acatan un ritmo sagrado de oración y trabajo.
Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia ha continuado fomentando esta práctica y animado al laico a unirse a esta Liturgia.
“Procuren los pastores de almas que las Horas principales, especialmente las Vísperas, se celebren comunitariamente en la iglesia los domingos y fiestas más solemnes. Se recomienda, asimismo, que los laicos recen el Oficio divino o con los sacerdotes o reunidos entre sí e inclusive en particular” (Sacrosanctum Concilium, 100).
Pero, ¿cómo se reza el Oficio Divino?
Puede resultar un poco confuso y complejo asumir la práctica de rezar la Liturgia de las Horas. En otro artículo les guiamos a través del rezo de la Liturgia de las Horas y les ofrecemos una “guía para principiantes” que desmitificará esta oración poderosa y habitual de la Iglesia.
Sin embargo, con los medios electrónicos se ha hecho más simple el acceso e incluso has sacerdotes que rezan en plataformas de videos, que pueden ser muy prácticas para orar durante el trayecto al trabajo u otras ocupaciones. lo importante es orar.


