Tomás de Aquino, el destacado teólogo y filósofo de la Edad Media, pudo morir por complicaciones de un traumatismo craneoencefálico, según un estudio publicado en febrero de 2024 en World Neurosurgery que ahora está ganando adeptos más allá de la comunidad científica. Esta nueva investigación arroja luz sobre su misteriosa muerte en 1274, proponiendo que un hematoma subdural -sangre acumulada entre el cerebro y su capa protectora externa- fue la causa probable.
Aquino, más conocido por su Suma Teológica, viajaba al Concilio de Lyon (Francia) cuando sufrió un accidente. Las crónicas cuentan que, mientras descendía por un camino cerca de Teano, se golpeó la cabeza contra un árbol inclinado. Aunque en un principio parecía ileso, pronto empezó a sentirse mal. Su estado empeoró en los días siguientes y falleció pocas semanas después en la abadía de Fossanova.
Síntomas y perspectivas modernas
El estudio destaca cómo los síntomas que experimentó Aquino -debilidad, náuseas, confusión y, finalmente, disfasia- coinciden con la progresión gradual de un hematoma subdural. Esta afección suele ser consecuencia de un traumatismo craneal leve que provoca la rotura de los vasos sanguíneos, lo que permite que la sangre se acumule lentamente y ejerza presión sobre el cerebro. Los síntomas más comunes son dolores de cabeza, cambios cognitivos, dificultad para hablar y debilidad física.
Los relatos históricos describen al Aquinate como intelectualmente comprometido incluso en sus últimos días, dictando un comentario, hoy perdido, sobre el Cantar de los Cantares. Sin embargo, su deterioro físico era evidente: el día antes de su muerte, le costaba caminar y ya no podía subir las escaleras de la abadía.
Los investigadores especulan que si el Aquinate hubiera tenido acceso a las técnicas médicas modernas, como el drenaje por orificios para aliviar la presión cerebral, podría haber sobrevivido y ampliado sus monumentales aportaciones a la teología y la filosofía.
Teorías contrapuestas
A lo largo de los siglos, se han propuesto diversas teorías sobre la muerte del Aquinate, entre ellas el envenenamiento o un cese espiritual del trabajo tras una visión mística. Aunque convincentes a su manera, estas hipótesis carecen de la base forense e histórica que ofrece el nuevo estudio.
Los investigadores del trabajo, titulado A Plausible Historical and Forensic Account of the Death of Thomas Aquinas (Un relato histórico y forense plausible de la muerte de Tomás de Aquino), abogan ahora por seguir investigando. Esperan estudiar dos cráneos atribuidos a Tomás de Aquino, conservados en Italia y Francia, en busca de indicios de traumatismos que puedan corroborar sus conclusiones. Hasta ahora, su análisis se ha limitado a fotografías de las reliquias, lo que impide sacar conclusiones definitivas.
En 2023, con motivo del 700 aniversario de la canonización de santo Tomás de Aquino, su cráneo fue enviado de gira por Francia y el resto del mundo.