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En los momentos de la vida particularmente difíciles se necesitan "medios" para una eficaz liberación y sanación espiritual. Pino di Missaglia y don Marcello Stanzione lo escriben en “Preghiere di guarigione e liberazione nella sofferenza” (Oraciones de sanación y liberación en el sufrimiento).
“Una relación íntima con Dios”
"A través de la oración, creamos una relación íntima con Dios y en particular con Jesús y María, una relación profunda que debe buscarse, amarse, cuidarse. El camino de sanación y liberación suele ser paralelo y progresivo al de la vida de gracia, de fe y de santificación", afirman los autores.
Veamos ahora cuáles son los medios necesarios para la liberación y sanación espiritual, psíquica y física de los trastornos debidos a causas de origen "preternatural".
1Reconciliación con Dios, con los demás y con uno mismo y abstención del pecado mortal
Si no se borran los pecados, se está en brazos del enemigo... Y, por lo tanto, preliminarmente es indispensable el sacramento de la confesión, el perdón a quien nos ha hecho mal y la renuncia a cualquier forma de rencor, odio, venganza.
2Vida sacramental eucarística
La misa es la más sublime expresión de culto: es el sacrificio del Calvario renovado. Una sola misa da a Dios mayor alabanza y acción de gracias, satisface mayormente por el pecado y obtiene con más eficacia que todos los actos de adoración juntos de todas las almas que están en el Cielo, en la Tierra y en el Purgatorio.
3Adoración eucarística
La adoración eucarística es la forma de oración más sublime, porque en la Eucaristía se ama y adora a Jesús y a la Trinidad. Por lo tanto, tiene grandes beneficios de sanación y liberación.
4Vida de gracia y de unión con Dios
Vivir nuestra vida de cada día junto a Jesús y María. Encomendándolo todo a ellos y esforzándonos por dar lo mejor de nosotros mismos, para la mayor gloria de Dios.
5Santo Rosario
El Rosario son cuatro coronas, 200 avemarías, con la meditación de los misterios gozosos, dolorosos, luminosos y gloriosos de la Virgen María.
A veces se habla de la monotonía de una fórmula uniforme que se repite muchas veces. Es una objeción inútil para quien hace de la piedad una conversación filial con el Padre de los Cielos, con Cristo, con la Madre de Jesús, así como Madre nuestra. Para quien busca en la sucesión de los misterios del Rosario las riquezas sobrenaturales del alma y de la vida de la Santísima Virgen.
6Oraciones de “autoliberación”
El camino de liberación empieza por nosotros mismos y por nuestro camino de conversión.
7Oraciones de liberación
Pueden hacerse por grupos de oración de la Renovación en el Espíritu o el movimiento carismático católico o cualquier sacerdote.
8Oración personal
Durante el momento de la prueba y del sufrimiento físico o espiritual, muchos descubren el deseo de rezar.
Toda la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, es por excelencia el libro de la oración, del diálogo entre Dios y el hombre.
Por una parte, las palabras y las obras de Dios y, por otra, las respuestas del hombre. En este tejido dialogal surgen los grandes orantes y amigos de Dios. Y también las formas originales de relación con Él, tanto individuales como colectivas, que son las grandes oraciones.
9Ayuno y penitencia
En el Evangelio Jesús dice:
Y en todas las apariciones marianas, María nos recuerda: "oración, penitencia y ayuno".
Amigo, aunque tengas mucho trabajo, aun así puedes ayunar. El ayuno te une al Espíritu Santo y has recibido su poder en abundancia.
10Exorcismo y otros sacramentales
El término “exorcismo” es una palabra sumamente cargada de valor emocional: suscita miedo, curiosidad hacia realidades misteriosas, perplejidad y escarnio como realidad supersticiosa y arcaica.
Para los católicos, el exorcismo es un mandato dirigido al diablo por un sacerdote (delegado por su obispo), en el nombre y por el poder de Jesucristo, para que se aleje y deje de atormentar a los creyentes que han sido redimidos gracias a la Pasión y la muerte de Cristo.
El exorcismo no es un sacramento, sino que forma parte de los sacramentales que han tenido diversas clasificaciones en la historia de la liturgia.
Gracias santificadas
Mientras que los sacramentos fueron instituidos por Jesucristo, los sacramentales son propuestos por la Iglesia.
Los sacramentos se santifican por sí mismos porque contienen la gracia santificante en sí mismos.
Por su parte, los sacramentales santifican en la medida en que son impartidos y recibidos con fe.
Los sacramentales son definidos por la reflexión teológica como "signos religiosos visibles, instituidos por la Iglesia con el fin de adorar, proteger contra la influencia del demonio y aumentar el bien espiritual y material de los fieles".