La Virgen María, como Madre de la Iglesia que es, interviene en la salvación y en la vida de la Iglesia a lo largo de los siglos. La piadosa tradición de celebrar la Novena a la Inmaculada traza no el camino sino una autopista hacia la propia purificación.
De la mano de María, por la Redención de Jesús, hijos del Padre de la Misericordia, guiados por el Espíritu Santo, todos los hombres y mujeres peregrinan.
¿Hacia dónde? Hacia la purificación y perdón de los pecados y sus consecuencias, a través del sacramento de la Conversión o Penitencia.
Ese es el significado de la Novena a la Inmaculada: convertirse y alcanzar las gracias que concede la Madre Iglesia.
Historia del dogma de la Inmaculada
El dogma de la Inmaculada fue proclamado por el papa Pío IX, el año 1854.
Recogía una doctrina y una tradición expresada desde los primeros tiempos del cristianismo. En concreto: que la Virgen María es una persona sin mancha de pecado alguno desde su concepción, sin la macha del pecado original.
El pecado original es el que tienen todos los humanos cuando nacen. Se debe al pecado de origen que cometieron Adán y Eva y que se ha transmitido a todo el género humano.
Así lo expresaron san Irineo de Lyon en el siglo II, y san Efrén de Siria en el siglo IV. En la Escritura encontramos el saludo del Arcángel san Gabriel a María: "Dios te salve María, llena eres de gracia".
Y la que es "llena de gracia" es porque no tiene pecado alguno ya desde el principio, desde su concepción. Es decir, que no tiene pecado original.
Toda la Iglesia ha celebrado la festividad de la Inmaculada Concepción desde la Edad Media.
Y es una fiesta muy peculiar en España, por la defensa que la Iglesia y los reyes de España hicieron al dogma de la Inmaculada a lo largo de los siglos. Ellos hicieron a la Virgen Inmaculada patrona dos cuerpos militares: la Guardia Civil y el Arma de Infantería del Ejército.
Fiesta a lo largo y ancho del mundo
El día 8 de diciembre es un día feriado nacional, no solo en España. También en muchos países iberoamericanos como Argentina, Chile, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Portugal.
La fiesta fue establecida el 8 de diciembre –en ese día fue proclamado solemnemente el dogma de la Inmaculada Concepción en 1854— porque son nueve meses antes de la fiesta de la Natividad o nacimiento de la Virgen María (el 8 de septiembre).
El papa Francisco, en su bula Misericordiae Vultus se refiere a la Madre de la Misericordia y a la dulzura de su mirada "para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios".
Ella, recuerda el Papa, ya anunció a su prima santa Isabel, que la Misericordia de Dios "llega a sus fieles de generación en generación" (Lc, 1, 50) (Magnificat).
¡Cuántas obras de arte famosísimas que exaltan la belleza de la mujer en María, Virgen, Madre e Inmaculada!
Cuántos monumentos, cuadros, basílicas, ermitas, lugares, cantan el nombre de María entre todos los pueblos del mundo.
María es misericordia
Añade el papa Francisco: "Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios".
"María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. Dirijamos a ella la antigua y siempre nueva oración del Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús”.
La novena
¿En qué consiste la novena a la Inmaculada? La novena puede hacerse según la piedad de cada uno o de cada familia, de acuerdo con lo que dicen los libros de oraciones.
Esta es la autopista que nos llevará seguros a aprovechar las gracias que la Iglesia derrama en abundancia.
Aquí te ofrecemos una propuesta para rezar la novena: