Faltan pocos días para la fiesta de la Inmaculada Concepción de María. Te proponemos esta novena para rezar una oración cada día y así preparar la gran celebración de la pureza de la Virgen:
Querida María, elegida para ser Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde tu Concepción:
A ti, purísima Madre y Reina, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado, y para pedirte especialmente por… (hacer aquí la petición que se desea obtener).
Oh, Santísimo Hijo de María Inmaculada y Redentor nuestro: así como libraste a María de la inclinación al pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así te rogamos humildemente, por intercesión de María Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que te podamos servir, con verdadera libertad de espíritu, sin imperfección ninguna.
Virgen Madre de Dios, tu Inmaculada Concepción anunció alegría a todo el mundo.
Adaptación de Aleteia de una clásica Novena a la Inmaculada
¿Qué significa Inmaculada Concepción?
Inmaculada Concepción es un atributo de María de Nazaret que significa que la madre de Jesús fue concebida sin mácula, es decir que su vida empezó sin el pecado original, esa culpa heredada que inclina a los seres humanos al mal.
Por tanto, ya desde antes de nacer, María era una persona única. Después, su consentimiento a la extraordinaria misión de traer a Jesús al mundo completó su deslumbrante personalidad. En palabras del papa Benedicto XVI:
“María Inmaculada nos ayuda a redescubrir y defender la profundidad de las personas, pues en ella se da una perfecta transparencia del alma en el cuerpo. Es la pureza en persona, en el sentido de que espíritu, alma y cuerpo son en ella plenamente coherentes entre sí y con la voluntad de Dios”.