En su primer Ángelus de 2025, recitado desde la ventana del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco rindió homenaje a las madres "cuyos corazones están llenos de dolor" a causa de las guerras. También renovó su llamamiento a perdonar las deudas de los más pobres durante el Año Jubilar 2025.
"Las madres siempre quieren a sus hijos", dijo el Papa Francisco a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro el 1 de enero. Al rendir homenaje a la Virgen María en este día en que la Iglesia católica celebra la "Solemnidad de María Madre de Dios", el Papa Francisco tuvo un pensamiento para todas las "madres" del mundo.
"Pensemos en todas las madres que se alegran en su corazón, y en todas las madres cuyo corazón está lleno de dolor, porque sus hijos han sido arrebatados por la violencia, por el orgullo, por el odio", dijo, antes de añadir: “¡Qué inhumana es la guerra que rompe el corazón de las madres!”
En sus llamamientos tras la breve catequesis, el Papa recordó que su predecesor Pablo VI había hecho del 1 de enero un día especial para la paz en 1968. "Expreso mi más profunda gratitud a todos los que trabajan por el diálogo y la negociación en todas las zonas de conflicto", saludó el Papa a la numerosa multitud.
"Recemos por el fin de los combates en todos los frentes", prosiguió, pensando en particular en “la martirizada Ucrania”, Gaza, Myanmar y la región de Kivu Norte de la República Democrática del Congo. Saliendo de sus apuntes, el Papa confesó que había visto imágenes de la destrucción causada por la guerra en la televisión italiana. "Hermanos y hermanas, la guerra destruye. La guerra es siempre una derrota. Siempre", insistió.
Condonación de la deuda
Con motivo del Jubileo 2025, el Papa Francisco renovó su llamamiento a cancelar las deudas de los más pobres para que "ninguna persona, ninguna familia, ningún pueblo" se vea "aplastado por la deuda". Animó a los líderes de los países de tradición cristiana a "dar buen ejemplo" cancelando o reduciendo las deudas de los países más pobres.
La condonación de la deuda es una característica clave de los años jubilares, que tienen su origen en la tradición judía. En el Antiguo Testamento, la Ley de Moisés establecía un año de "gracia" cada 50 años, durante el cual se liberaba a todos los esclavos, se perdonaban todas las deudas y se dejaba descansar la tierra.
En la Bula de convocatoria del Jubileo 2025, el texto que marca el rumbo espiritual del Año Santo para los católicos, el Papa Francisco lanzó una "invitación urgente" a los países ricos, pidiéndoles que reconozcan "la gravedad de muchas decisiones tomadas" y que "perdonen las deudas de países que nunca podrán pagarlas".
El Pontífice, de 88 años, repitió este llamamiento durante su bendición Urbi et Orbi del 25 de diciembre y en su mensaje por la paz del 1 de enero. "Invito a la comunidad internacional a actuar para perdonar la deuda externa, reconociendo la existencia de una deuda ecológica entre el Norte y el Sur", escribió, pidiendo "una nueva arquitectura financiera" y "una carta financiera mundial basada en la solidaridad y la armonía entre los pueblos".