"Pido un compromiso firme para promover el respeto de la dignidad de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural", dijo el Papa Francisco en la Misa del 1 de enero de 2025. También invitó a los católicos a confiar sus "sufrimientos" y "alegrías" a la Virgen María en este día en que la Iglesia celebra la "Solemnidad de María Madre de Dios".
El Papa celebró la primera Misa del año civil en la basílica de San Pedro de Roma junto a unos cuarenta cardenales, 200 sacerdotes y más de 5 mil fieles. En su homilía, repitió un extracto de su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2025. Pidió que se respete la vida humana, "desde la concepción hasta la muerte natural", para que "cada uno pueda amar su propia vida y mirar al futuro con esperanza".
Basándose en la figura de María, la "puerta por la que Cristo entró en este mundo", el Pontífice pidió que todos sean capaces de "cuidar de toda criatura nacida de mujer". Citó "la vida en el seno materno, la vida de los niños, la vida de los que sufren, la vida de los pobres, la vida de los ancianos, de los que están solos, de los moribundos".
Para el Papa, cuidar la vida herida -"y hay tantas", insistió- es "la base fundamental para construir una civilización de paz".
En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de mediados de diciembre, el Papa Francisco insistió en el respeto de la dignidad humana, pidiendo en particular la abolición de la pena de muerte y la reorientación de los fondos para armamento hacia la lucha contra el hambre.
Al final de su homilía, el jefe de la Iglesia católica invitó a los fieles a encomendarse a la Virgen María en este primer día del año.
"Confiémosle nuestras peticiones, nuestras preocupaciones, nuestros sufrimientos, nuestras alegrías y todo lo que llevamos en el corazón. Confiémosle el mundo entero, para que renazca la esperanza, para que la paz llegue por fin a todos los pueblos del mundo", concluyó.