"Seguimos siendo demasiado […] occidentales", dijo el Papa a los católicos al regreso de su gira por Asia y Oceanía. Reflexionando sobre este acontecimiento durante la audiencia general que presidió en la plaza de San Pedro el 18 de septiembre de 2024, confesó que este viaje era la realización de un sueño de infancia.
En lugar de su catequesis, el Papa Francisco hizo balance de su viaje apostólico, durante el cual recorrió cuatro países -Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur- del 2 al 13 de septiembre. El pontífice, que pronto cumplirá 88 años, se mostró encantado de haber podido "hacer como Papa anciano lo que [le] hubiera gustado hacer como joven jesuita". "Quería ser misionero allí", dijo Francisco, que no había podido cumplir su deseo de ir a Japón por motivos de salud.
El 266º Papa sacó una lección de su viaje al otro lado del mundo: "Seguimos siendo demasiado eurocéntricos o, como decimos nosotros, 'occidentales'. En realidad, la Iglesia es mucho más grande […] que Roma, que Europa, mucho más grande y […] más viva", dijo a la multitud.
Al repasar los cuatro países que visitó, Francisco comenzó por Indonesia, donde los católicos representan una minoría del 3% en medio de la mayor población musulmana del mundo. Refiriéndose en particular al paso subterráneo que une la catedral de Yakarta con la mezquita más grande de Asia -que bendijo-, dijo que "la fraternidad […] es la respuesta a la anticivilidad, a las tramas diabólicas del odio y la guerra".
Al recordar su segunda escala en Papúa Nueva Guinea, en el océano Pacífico, rindió homenaje a los catequistas y misioneros que "penetran en la selva para buscar a las tribus más escondidas". También elogió a la juventud del país, en la que vio "un futuro nuevo, sin violencia tribal, sin dependencia, sin colonialismo económico o ideológico".
En Timor Oriental "vi a la juventud de la Iglesia", dijo el Papa refiriéndose a su tercera etapa. Y añadió: "Podría decir sin exagerar que respiré el aire de la primavera". El Pontífice argentino elogió a "un pueblo sabio en el sufrimiento, […] que no solo da a luz a tantos niños -vi una marea de niños- sino que les enseña a sonreír".
Por último, el Papa señaló que la última parada de su viaje, Singapur, era muy diferente de las otras tres: "una ciudad-estado muy moderna, un centro económico y financiero para Asia y mucho más allá". Aunque los cristianos son minoría aquí, son testigos de "una esperanza mayor" que la de los "beneficios económicos", subrayó.
Al inicio de la audiencia, el Papa arrancó las risas de los congregados cuando presentó a dos "suicidas", una pareja que se casa el próximo sábado. "Es hermoso ver cómo el amor nos lleva a fundar una nueva familia", añadió.