En su mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud, publicado el 17 de septiembre de 2024, el Papa Francisco anima a los jóvenes católicos a "ponerse en camino, no como simples turistas, sino como peregrinos". De cara al próximo Jubileo de 2025, insta a quienes "ven y juzgan el mundo desde detrás de una pantalla" o se contentan con una experiencia fugaz como "un selfie" a ver la vida más como un "viaje interior".
El Papa Francisco dirige este texto de tres páginas a los participantes en la próxima Jornada Mundial de la Juventud, una celebración anual que tiene lugar a nivel diocesano -en alternancia con el gran encuentro de la Jornada Mundial de la Juventud, que suele celebrarse cada tres años-. La próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar el 24 de noviembre, sobre el tema de un versículo de Isaías: "Los que ponen su esperanza en el Señor caminan sin cansarse".
En su carta, el Papa lamenta que los jóvenes estén pagando "el precio más alto" por la falta de esperanza que prevalece en nuestro tiempo. Incapaces de encontrar "salidas" para sus sueños en la realidad, a menudo se ven "arrastrados por la ilusión de la transgresión y las realidades destructivas", lamenta.
Para reavivar esta esperanza, el Papa afirma que los éxitos materiales que ofrecen las sociedades contemporáneas son insuficientes porque no pueden satisfacer el "deseo de trascendencia" que reside en cada uno. La tendencia es entonces a perderse en un "activismo vacío", subraya, es decir, a inquietarse para llenar los días con "mil cosas", pero con demasiada frecuencia con la sensación de "no hacer lo suficiente" y de "no estar a la altura".
A este cansancio se añade, según el Pontífice, la sensación de aburrimiento de quienes "prefieren permanecer en su zona de confort, replegados sobre sí mismos, y que ven y juzgan el mundo desde detrás de una pantalla". El Papa critica duramente esta falta de audacia, comparándola con un "cemento" en el que los jóvenes se enredan, incapaces pronto de moverse.
Purificarnos de las "falsas esperanzas"
Para superar esta apatía, el Pontífice invita a los jóvenes a "ponerse en camino" convirtiéndose en "peregrinos de la esperanza", tema oficial del Jubileo 2025. Pero se trata de "ponerse en camino no como simples turistas, sino como peregrinos", insiste.
Los peregrinos, a diferencia de los turistas, "se sumergen plenamente en los lugares que encuentran", subraya el Papa. Advierte contra la superficialidad de quienes van por la vida "capturando momentos fugaces, experiencias fugaces para congelarlas en un selfie".
En el transcurso del "viaje interior" que es una peregrinación, a menudo atravesamos "desiertos", reconoce el Papa: "Puede suceder que al entusiasmo inicial en los estudios o en el trabajo, o al impulso de seguir a Cristo -ya sea en el matrimonio, el sacerdocio o la vida consagrada- sigan momentos de crisis que hacen que la vida parezca un camino difícil". Subraya la importancia de estas crisis, que pueden convertirse en "tiempos de purificación" durante los cuales nos libramos de las "falsas esperanzas" que llevamos con nosotros.
En su camino, los peregrinos necesitan "fuerza", asegura el Papa, que anima a los jóvenes a hacer de la Eucaristía su "cita cotidiana más importante", a la manera del beato Carlo Acutis.
El Pontífice, que también tiene previsto canonizar al beato Carlo Acutis durante el Año Jubilar 2025, invita a los jóvenes a convertirse en "incansables misioneros de la alegría" partiendo hacia el "Jubileo de los jóvenes", su cita durante el Año Santo en Roma, previsto del 28 de julio al 4 de agosto.