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¡Cuánto dolor! La soledad de Jesús en los sagrarios abandonados

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Claudio de Castro - publicado el 17/11/22
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El Santísimo pasa sus días con las manos llenas con abundantes gracias para nosotros, deseando entregarlas… pero vamos poco o no vamos. Una invitación importante del escritor Claudio de Castro

"… ¡Nada! Yo no os pido ahora dinero para los niños pobres. Ni auxilio para los enfermos. Ni trabajo para los cesantes. Ni consuelo para los afligidos. Yo os pido una limosna de cariño para Jesucristo Sacramentado; un poco de calor para esos Sagrarios tan Abandonados. Yo os pido, por el amor de María Inmaculada, Madre de ese Hijo tan despreciado, y por el amor de ese Corazón tan mal correspondido, que hagáis compañía a esos Sagrarios Abandonados".

Duelen los sagrarios abandonados, sobre todo sabiendo que Jesús, el Hijo del Dios vivo, se encuentra en ellos.

Es un prisionero de amor, que anhela nuestros consuelos y amor. Pasa sus días amando a esta humanidad que lo desprecia y peca, alejándose de Dios, esperando que alguien lo visite, le haga compañía y le muestre su amor con gestos de cariño y ternura.

Pasa sus días con las manos llenas con abundantes gracias para nosotros, deseando entregarlas… pero vamos poco o no vamos.

Capillas vacías

Me ha tocado ver sagrarios abandonados, capillas donde no encuentras a nadie en adoración.

Suelo decir que si las personas supieran quién habita en los sagrarios del mundo, irían masivamente a verlo. Nunca lo dejarían solo. Estaríamos todos postrados ante Jesús en el sagrario adorando al Hijo de Dios.

Espera… Tengo un mensaje para los sacerdotes. Viene de parte de una dulce ancianita, una gran  enamorada de Jesús Sacramentado.

Le duele ver el abandono en que tenemos a Jesús Sacramentado, lo indiferentes que somos a su amor.

Esta bella abuelita se llama Rosario Araúz de Carrizo. Actualmente vive en Penonomé, Panamá.

Sus palabras hay que valorarlas. Me recuerdan la queja de Jesús a santa Margarita María de Alacoque.

"He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio, de la mayor parte de los hombres, no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este Sacramento de Amor".

La Eucaristía, un milagro

Me apasiona hablar de Jesús Sacramentado. Es un milagro tan grande tenerlo entre nosotros con la Eucaristía... Me parece que era san Juan Pablo II quien dijo:

La Eucaristía es la caricia de Dios para la humanidad.

Cada día más personas se percatan de esta realidad y hacen lo necesario para consolar al buen Jesús y que no esté solo en los sagrarios.

Tremenda soledad

Hace unos días recibí la carta de un lector de Aleteia. Me encantaron sus palabras llenas de amor por Jesús en el sagrario y con su permiso te la comparto. Léela:

"Hola, ¿cómo estás? Leí tu publicación sobre el libro de Kempis en Aleteia y el final sobre compartir experiencias referidas a Jesús Sacramentado. Hace más de 10 años fuimos a una en el noroeste de nuestro país de visita de fin de semana en familia.

Entramos a visitar una capilla muy antigua postépoca colonial frente a una plaza de la ciudad. Estaba sin gente y en un rincón fuera del altar la luz tintineante que anunciaba allí a Jesús Sacramentado en el Sagrario... sentí tremenda soledad de verlo solo, en un lugar apartado y oscuro.

Sentí que de verdad Jesús estaba solo en medio de tremenda edificación totalmente vacía y en un costado apartado. Nunca se me olvidará esa sensación de soledad y hasta abandono que sentí que en ese momento ÉL sentía.

Desde entonces muchas veces me viene ese recuerdo y lo "acompaño" mentalmente, pensando en Él y rezando espiritualmente junto a Él en la distancia.

Desde entonces en mi ciudad cuando paso frente a una capilla me bajo del auto y lo saludo. Y si no puedo detenerme, lo hago mentalmente y le doy gracias por estar siempre ahí esperándonos.

Esa experiencia me hizo valorar su entrega, y agradecer su infinita paciencia y amor de estar aunque nosotros lo dejemos tan solo, tan abandonado, tan... olvidado.

Por eso lo quería compartir, que seamos más conscientes de su Presencia real allí, y que al pasar frente a cualquier templo en auto, en bicicleta, caminando.... le saludemos en nuestro interior y agradezcamos tanto amor. Porque allí está ÉL, aunque no le veamos. La próxima vez, le voy a mandar tus saludos también. Abrazo y bendiciones".

Visita a Jesús

Amable lector, ahora te toca a ti. Por favor, no lo dejes solo. No dejes solo a Jesús en los sagrarios cercanos a tu casa, trabajo, lugar de vacaciones.

Ve y vístalo, hazle compañía, Reza con Él, dile que le quieres y por favor, cuando lo veas, dile: "Claudio te manda saludos, Señor".

¿Te gustaría compartir tus experiencia con Jesús en el Sagrario? Te dejo mi e-mail personal. Puedes escribirme si lo deseas: cv2decastro@hotmail.com

Mira aquí algunos sagrarios y custodias donde se adora a Jesús Eucaristía compartidos por los amigos de Aleteia:

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