Evangelio según san Mateo: datos que no conocías

El Evangelio de san Mateo abre el Nuevo Testamento y se centra en relatar la vida de Jesús: sus enseñanzas, muerte y resurrección. Conoce estos cinco datos curiosos y atrévete a leerlo y meditarlo.

No es que tenga una dedicatoria ni mucho menos, pero hay varios detalles que hacen pensar que este Evangelio fue escrito para una audiencia hebrea.

Por ejemplo, desde el comienzo deja claro que Jesús era un hombre judío, descendiente de Abraham (Mt 1, 1-16). Asimismo, su Evangelio tiene más de 100 alusiones al Viejo Testamento y se plantea la figura de Jesús como el Mesías, incluso antes de su nacimiento. Igualmente, muestra respeto por las leyes hebreas, aclarando que Jesús no vino a cambiarlas sino a completarlas.

Muy famosa la celebración de los tres reyes magos el 6 de enero, ¿pero sabías que el único Evangelio que los menciona es el de San Mateo? No obstante, es importante aclarar que nunca menciona que son tres y tampoco sus nombres; el único detalle que sí destaca es que llevaron oro, incienso y mirra, por lo que se asumió que eran tres.

El único Evangelio que hace referencia a los sueños de san José es el de san Mateo. En total fueron cuatro: cuando José tenía dudas por el embarazo de María y el ángel lo visita para asegurarle que proviene del Espíritu Santo (Mt 1, 19-24); cuando el ángel le dice que debe huir con María y Jesús para que no cayera en las manos de Herodes (Mt 2, 13-15); cuando el ángel le dice que ya puede retornar a Israel (Mt 2, 19-21); y finalmente, cuando el ángel le dice que mejor vaya a la región de Galilea y se establezcan en Nazaret (Mt 2, 22-23).

En los otros tres Evangelios siempre se hace referencia al “Reino de Dios”; sin embargo, en el de san Mateo es el único en que se habla del “Reino de los Cielos” (un total de 32 veces). Esto muy probablemente tenga que ver con su intención de dirigirse a un público judío, quienes no suelen escribir la palabra Dios y, cuando lo hacen, no lo escriben de forma completa, sino D-os, como señal de respeto a su grandeza y porque para ellos Dios está desprovisto de toda imagen.

Cinco mujeres aparecen en el Evangelio según san Mateo, en la construcción de la genealogía de Cristo: Tamar, Raab (una prostituta de Jericó que ayudó a los espías israelitas de Josué), Ruth (del Libro de Ruth, del Antiguo Testamento), Betsabé (la mujer con la que el rey David pecó) y la Virgen María. Cuatro de ellas son del Antiguo Testamento, mostrando nuevamente a Jesús como hijo de Abraham y David, tratando quizá que los judíos creyeran en Él.