Cuando Notre Dame (París) ardió ante nuestros ojos en 2019, el mundo quedó atónito y profundamente entristecido. Incluso los no creyentes comprendieron que se había perdido algo grande y hermoso, quizá para siempre. Casi de inmediato, hubo votos para reconstruir, pero la tarea era desalentadora y para muchos parecía imposible. Había graves daños estructurales, e incluso existía la posibilidad de que los restos de la catedral se derrumbaran.
Cinco años más tarde, las puertas de Notre Dame se abrieron y el mundo volvió a quedar atónito, pero esta vez con asombro. La gran catedral había renacido y era aún más hermosa que antes.
Revivir Notre Dame
Recientemente, en Nueva York, Philippe Villeneuve, arquitecto jefe de los trabajos de restauración, explicó cómo él y su equipo han conseguido devolver la vida a la catedral en solo cinco años a pesar de los graves problemas.
Villeneuve fue el orador inaugural del Encuentro de Nueva York 2025, un evento anual en el que católicos y no católicos se reúnen para explorar y debatir algunos de los acontecimientos y cuestiones más acuciantes e impactantes a los que se enfrenta nuestro mundo.
Con energía y humor, Villeneuve repasó algunos de los principales retos y logros del proyecto de cinco años. Fue un esfuerzo "familiar", explicó, que requirió un equipo de arquitectos, ingenieros y artesanos que colaboraron estrechamente y a menudo tuvieron que aprender sobre la marcha.
Tres milagros
Los esfuerzos de restauración estuvieron llenos de problemas, empezando por la grave incertidumbre de si los restos de la catedral se mantendrían en pie.
Por ello, el arquitecto habló de tres "milagros" ocurridos durante el proceso de restauración.
1Virgen de París
El primero fue la supervivencia de la estatua de la Virgen de París, que fue devuelta a la catedral en procesión el pasado mes de noviembre.
2La piedad
El segundo milagro que relató Villeneuve ocurrió en el coro, detrás del altar mayor de la catedral, donde las estatuas de Luis XIII y Luis XIV flanquean una representación de La Piedad, que representa a María sosteniendo el cuerpo de Jesús después de haber sido bajado de la cruz.
Según Villeneuve, durante el incendio, gotas de plomo fundido cayeron del techo sobre la mano atravesada de Cristo. "Imaginé el símbolo -o quizá no un símbolo- de la catedral de María llorando lágrimas de plomo sobre la mano de su hijo. Es precioso. Y para mí era la prueba de que tenemos que conservar estas huellas (del fuego) en su mano". Dijo que hoy es la única señal del incendio en el interior de la catedral.
3El gallo
Un último milagro ocurrió el 16 de abril de 2019, cuando Villeneuve inspeccionaba la catedral desde su torre norte. Allí vio el gallo que una vez había coronado la aguja derrumbada de la catedral. Fue un momento de consuelo y esperanza, porque el gallo contenía tres valiosas reliquias: una pequeña pieza que se creía que era de la Corona de Espinas, una reliquia de san Denis y una reliquia de santa Genoveva, la patrona de París.
Posteriormente, Villeneuve diseñó un nuevo gallo que también representa a un ave fénix resurgiendo de un incendio. Además de las reliquias sagradas, este nuevo gallo también contiene los nombres de los miembros de la "familia" que ayudaron a restaurar Notre Dame.
Un amante de Notre Dame desde que era pequeño
Riro Maniscalco, Presidente del Encuentro de Nueva York, moderó el acto. Cuando Villeneuve terminó su presentación, Maniscalco le preguntó qué significaba la obra para él personalmente. "Se le confió algo extremadamente precioso en sus manos", dijo. "¿Nunca se sintió intimidado por la tarea?".
"Estoy completamente, como puede ver, un poco loco", bromeó Villeneuve. "Pero, en serio, me encanta esta catedral desde que era un chiquillo de cinco años".
Primero se sintió atraído por la música de la catedral, e incluso pidió a sus padres que le llevaran a Notre Dame para escuchar al afamado músico Pierre Cochereau, organista titular de la catedral. Allí "vio la catedral y su arquitectura, y, para mí, la arquitectura gótica -y no solo la gótica- es música". En ese momento se "enamoró" de Notre Dame.
"Creo que desde mi nacimiento hasta ahora estaba escrito que tenía que hacer lo que hice", añadió Villeneuve. Los acontecimientos de abril de 2019 le espolearon. "Dije que era como Juana de Arco, completamente decidido. Vi mi catedral ardiendo. Para mí era evidente que tenía que reconstruir esta catedral. Y así, rápidamente seguí adelante".
Cuando se encontraba con un obstáculo, simplemente seguía adelante. "No me reconocía", insistía. "A menudo digo que no conocía al hombre que impulsó este proyecto".
"Ahora creo que estoy listo para ir al psiquiátrico", añadió entre risas y aplausos.
El esplendor del interior de Notre-Dame:
