Si quieres dar gracias a Dios por el regalo de la comida y la alegría de compartirla después de la comida, puedes hacer tuya esta breve oración de san Juan Crisóstomo
Compartir comidas alegres y fraternales contribuye a la fortaleza de la familia. ¿Y por qué no traer al Señor a este momento? No debe ser ajeno a esta alegría:
«Comerán abundantemente hasta saciarse, y alabarán el nombre del Señor, su Dios, que ha hecho maravillas con ustedes».
Jl 2, 26
Una comida integral sería, en efecto, una comida que comienza con la bendición de la mesa y termina con las gracias.
Si buscas una linda oración para recitar después de la comida, piensa en la oración escrita por san Juan Crisóstomo:
Gloria a ti, Señor; gloria a ti, Santo; gloria a ti, Rey.
Nos has proporcionado comida para nuestra alegría.
Llénanos con tu Espíritu Santo para que seamos considerados dignos en tu presencia,
y no nos avergoncemos cuando vengas a devolver a cada uno según sus obras.
Amén.

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