Así como cada acción debe comenzar con una oración, un nuevo año también debe comenzar con una alabanza a Dios. Aquí tienes una oración muy "colorida" del Padre Gastón Lecleir. Ordenado sacerdote en 1952, él ha participado a la animación de varias comunidades parroquiales en Bruselas.
Señor, tú me ofreces este año nuevo
como una vidriera a juntar
con 365 piezas de todos los colores
que representan los días de mi vida.
Pondré el rojo de mi amor y mi entusiasmo,
el malva de mis penas y mis duelos,
el verde de mis esperanzas y el rosado de mis sueños,
el azul o el gris de mis compromisos o de mis luchas,
el amarillo y el oro de mi cosecha ...
reservaré el blanco para los días ordinarios.
y el negro para aquellos en los que estaré ausente.
Cimentaré todo con la oración de mi fe,
y con mi serena confianza en ti.
Señor, te pido simplemente que ilumines desde el interior,
esta vidriera de mi vida a la luz de tu presencia y con el fuego de tu Espíritu de vida.
Así, por transparencia, aquellos que yo encontraré este año,
descubrirán quizás el rostro de tu amado Hijo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.
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Por Anna Ashkova