Campaña de Cuaresma 2025
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Lázaro de Betania tuvo una vida única en la tierra, ya que murió por causas naturales y estuvo muerto un total de cuatro días, como narra el Evangelio de Juan: "Cuando Jesús llegó, se encontró con que Lázaro estaba sepultado desde hacía cuatro días" (Jn 11, 17).
Entonces sucedió algo muy inusual y antinatural: Jesús resucitó a Lázaro.
"Después de decir esto, gritó con voz fuerte: '¡Lázaro, ven afuera!' El muerto salió con los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: 'Desátenlo para que pueda caminar'" (Jn 11, 43-44).
Este acontecimiento sirvió como presagio de lo que le ocurriría a Jesús y de lo que nos ocurrirá a todos nosotros al final de los tiempos.
Sin embargo, la resurrección de Lázaro fue solo temporal. No vivió para siempre en la tierra y su cuerpo siguió envejeciendo hasta que murió por segunda vez.
¿Cuánto tiempo vivió esta "segunda vida"?
San Lázaro Obispo
El Nuevo Testamento no vuelve a mencionar a Lázaro, por lo que no disponemos de una fuente fiable de información sobre su prolongada vida. Sin embargo, sí existen abundantes tradiciones que ofrecen un relato de lo que pudo haber sucedido.
En Vidas de los santos, el P. Alban Butler explica que:
"Los escritos pseudoclementinos dicen que Lázaro siguió a san Pedro a Siria. La Iglesia oriental contaba que él, sus hermanas y otros cristianos fueron introducidos por los judíos en una barca que hacía agua en Jaffa, pero sobrevivieron y desembarcaron en Chipre. Allí Lázaro se convirtió en obispo de Kition y murió en paz unos 30 años después".
Una tradición francesa ofrece una imagen muy diferente, afirmando que el mismo barco cruzó el Mediterráneo a la deriva y desembarcó en la costa de la actual Francia.
Lázaro predicó el Evangelio en Marsella y se convirtió en el primer obispo de la ciudad. Fue mártir a finales del siglo I y aún se le venera en el sur de Francia.
La tradición de la Iglesia oriental data del siglo III y es anterior a la francesa, aunque ambas cuentan con siglos de creencia por parte de los cristianos locales.
Ninguna de las dos tradiciones puede autentificarse definitivamente, ya que no existe ninguna documentación del siglo I ni ninguna otra mención de Lázaro en el Nuevo Testamento.
Sea como fuere, Lázaro es venerado como santo tanto en Oriente como en Occidente, y su festividad se ha unido recientemente a la de santa Marta, el 29 de julio.


