Campaña de Cuaresma 2025
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En el Evangelio del día, hoy Domingo de Ramos, recordamos la entrada triunfal de Jesús al pueblo de Jerusalén como un rey humilde, montado en un burro, y recibido con alegría. Este pasaje nos invita a cuestionarnos: ¿realmente lo seguimos con una entrega total de nuestro ser o es un entusiasmo superficial?
El padre Giovanni nos invita a reflexionar:
¿Vas a aclamar a Jesús solo con ramos… o con tu vida entera?
Hoy comienza la Semana Santa con una escena gloriosa:
Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama con ramos y gritos de alegría."¡Hosanna al Hijo de David!"
Lo reciben como a un rey. Pero no un rey armado ni arrogante, sino un rey humilde y pacífico.Jesús entra como cumplimiento de la profecía:
"Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en un asno."Y esa humildad descoloca. Porque Dios no viene como lo esperábamos, viene como lo necesitamos.
La misma multitud que hoy grita “¡Hosanna!”,
en pocos días gritará: “¡Crucifícalo!”¿Por qué?
Porque esperaban un Mesías que hiciera milagros, pero no uno que subiera a la cruz.
Querían un salvador sin sufrimiento, un rey sin exigencias.Y cuando Jesús no se ajustó a sus expectativas, le dieron la espalda.
¿Tú también lo vas a aplaudir hoy… y olvidar mañana?
Hoy cargamos ramas, pero Jesús quiere que cargues tu cruz.
Hoy lo aclamamos con cantos, pero Él quiere que lo sigas con el corazón.Domingo de Ramos no es un desfile. Es una decisión.
¿Lo vas a seguir hasta el Calvario o solo mientras todo esté bien?Empieza la Semana Santa. Jesús entra a tu vida… no para ser aplaudido, sino para ser acogido y seguido hasta el final.


