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El matrimonio es como un jardín que se debe regar cada día para mantenerse sano y vivo. No podemos dejar de regarlo, ya que puede secarse; tampoco podemos descuidarlo, porque puede crecer la maleza que impide que dé fruto verdadero.
El matrimonio, en su esencia más profunda, trasciende la simple unión de dos personas; es un acto sagrado y divino que refleja el amor eterno de Dios. A la luz de las enseñanzas bíblicas, el matrimonio no solo busca la felicidad humana, sino que también es un medio por el cual se manifiestan principios espirituales fundamentales, como el sacrificio, la fidelidad y la unidad.
En este contexto, el matrimonio se convierte en un reflejo del compromiso de Dios con la humanidad y en un camino hacia la santificación de aquellos que lo viven.
Vivir el matrimonio bajo la inspiración de Dios

El padre Giovanni compartió con Aleteia algunos consejos para vivir un matrimonio basado en lo que Dios pide a los cónyuges, recordando aquellas enseñanzas que son clave en el Evangelio.
No sin antes aclarar que "cuando en un matrimonio hay orgullo, egoísmo, falta de perdón y ausencia de Dios se vuelve frágil". Ya que, como bien señala el padre Giovanni, el amor es más que un sentimiento, es una decisión.
Aquí te compartimos los aspectos que fortalecen al matrimonio con ayuda del padre Giovanni.
1Tener a Dios en el centro
Definitivamente, no podemos realizar nada si no es con la ayuda de Dios, incluyéndolo en nuestros planes, siguiendo su voluntad y obrando conforme a sus designios, pues ¿quién mejor para guiarnos en el amor que el Dios del amor?
No se olviden de orar juntos, de pedir la guía del Espíritu Santo y, sobre todo, pedir que los ayude en los momentos de dificultad o desacuerdo, para que sepan sobrellevar la situación.
En palabras del padre Giovanni, "cuando un matrimonio pone su base en Dios, se fortalece incluso en las tormentas".

2Elegir el amor todos los días
Como bien hemos explicado, el amor es una decisión diaria. Esto implica una entrega; y en esa entrega, un esfuerzo por mantenerlo siempre vivo y protegerlo.
3Aprender a perdonar

El perdón no solo beneficia a la otra persona, sino que también libera el corazón y la mente de quien perdona. En un matrimonio, reconocer que todos cometemos errores puede ayudarnos a comprender que el perdón no es opcional, sino necesario para la paz interior y la salud de la relación.
La Biblia nos enseña que el perdón es un acto de obediencia a Dios y una manifestación de su amor hacia nosotros. En Efesios 4, 32 se nos recuerda: "Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros, como Dios los ha perdonado en Cristo".
4Buscar ayuda
No siempre podemos solos; en ocasiones necesitamos ayuda para tener una mejor dirección en nuestra vida. No sientas vergüenza o miedo de pedir ayuda profesional si enfrentas una crisis matrimonial.
Recuerda que no siempre tienes que esperar a que ocurra una crisis para pedir la guía espiritual de un sacerdote o de otro matrimonio que conozcas y que sea un ejemplo para ti. Ambos podrán ayudarte a enfrentar los retos en pareja.
Finalmente, la ayuda de un psicólogo y terapeuta siempre puede hacer que tu matrimonio recupere la estabilidad perdida a partir de estrategias y herramientas que los ayudarán a entenderse y amarse mejor.


