RIP es una abreviatura de la frase latina requiescat in pace, que significa "que descanse en paz". Forma parte de una oración mucho más larga por el difunto.
El primer uso de la frase en latín se remonta al siglo VIII. Era una oración para que un difunto experimentara el descanso eterno en el cielo. Esto se corresponde con la creencia católica en el purgatorio, y la frase sigue siendo hoy una parte central de las ceremonias funerarias católicas.
La oración se suele encontrar en la siguiente versión:
Requiem æternam dona ei, Domine
Et lux perpetua luceat ei.
Requiescat in pace.
Amén.
Es decir:
Concédele, Señor, el descanso eterno,
y brille para él la luz perpetua.
Que descanse en paz eterna.
Amén.
Esta oración cuenta también con numerosas versiones musicales, sobre todo en las Misas de Réquiem en latín. Compositores como Bach y Mozart crearon obras que contienen esta oración.