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Testimonio de una ex mormona: “No teníamos respuestas razonables ni basadas en la Biblia”

Yasmin Oré llegó a ser misionera mormona. Dios fue mostrándole el camino de regreso a la fe católica.

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Violeta Tejera - publicado el 27/09/22
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Yasmin Oré tiene claro que su misión es evangelizar a través de su testimonio. Tras pasar varios años dentro de los mormones ayuda a otros a salir de sectas o situaciones como la que ella vivió en Latinoamérica.

Criada en el catolicismo. Yasmin nació y creció en una familia católica en Perú. Acudió a un colegio religioso, recibió los sacramentos y asistía a misa todos los domingos junto a su familia. Esta situación se mantuvo hasta que Yasmin empezó la universidad y comenzó a relacionarse con otro tipo de ambientes.

Allí se reencontró con una amiga de la infancia que era mormona. Comenzó a quedar con ella y a participar en los eventos que ellos realizaban.

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Yasmin dejó de ir a misa y se incorporó a las "reuniones sacramentales" de los mormones.

Mormona y de misión

A los 19 años Yasmin decidió bautizarse por el rito mormón. Su familia lo respetó. Les pareció que "Dios le había buscado un camino distinto a ellos". Una vez dentro, comenzó a leer y formarse por su cuenta "para no sentirme atrasada" respecto a los que ya llevaban más tiempo.

Feliz y completa en ese momento, Yasmin decide ofrecerse para ir de misión, algo solo obligado para los hombres. Sus superiores lo aceptan y la destinan a Guayaquil (Ecuador). Allí le asignaron una compañera para realizar su misión.

Primera crisis

Pero todo cambió cuando Yasmin tuvo, por orden de su superior, que intentar convertir a la madre de este.

Una mujer anciana, católica, comprometida y con una gran devoción mariana.

"Yo le hablaba, trataba de convencerla y ella me respondía con sus argumentos", dice.

"Ella me recordó a mis abuelos católicos"

"Ella me recordó a mis abuelos, católicos. No vieron con buenos ojos mi conversión mormona y aquello despertó en mí la nostalgia y un gran cargo de conciencia".

Yasmin comenzó a tener dudas. Dudas que se acrecentaron cuando conoció a un pastor evangélico al que también debía convencer.

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Esto acrecentó las dudas de Yasmin. Pero su compañera la convenció de que sólo era el demonio que quería apartarla de esa labor. Siguió trabajando en la misión, día a día, puerta a puerta hasta que algo de nuevo volvió a removerla.

Entonces Yasmin comprobó que "el catolicismo no era malo ni falso y decidí dejar de perseguir a los católicos".

Esa crisis hizo que Yasmin pidiera volver a su casa. Abandonar la misión y dejar de ser mormona. Tras su insistencia, lo consiguió y regresó a su país a Perú. Allí pudo reencontrarse con su familia y tras un año de formación con unas monjas misioneras volvió a integrarse en la iglesia católica.

Mi misión: evangelizar

Desde entonces supo que su misión era evangelizar y a través de su testimonio en internet y en blogs llegó a mucha gente que, como ella, en Latinoamérica buscaba una salida a las sectas.

En ese proceso de contar su fe y ayudar a otros que habían pasado por lo mismo, conoció al que ahora es su marido.

Juntos viven ahora en España y tienen claro que su misión "es seguir convirtiendo". Para ello usa la tecnología: su instagram @yasmincatholic, su canal de Youtube y su perfil de Facebook “Convertidos Católicos”.

Yasmin trabaja ahora como profesora de religión y disfruta hablando de esto con adolescentes.

"Aquí no hay tantas sectas pero los jóvenes deben saberlo". Trabaja y escribe sobre todo de espiritualidad. Yasmin afirma que "si alguien está formado y lleno, difícilmente se va a ir de la Iglesia católica".

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