En la diócesis de Salt Lake City, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha convertido en un fuerte aliado de los Servicios Católicos Comunitarios de Utah, el brazo local de Cáritas Estados Unidos
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l encuentro que tuvieron el pasado tres de marzo el Papa Francisco y el presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (la Iglesia mormona), Russell M. Nelson, concitó mucho interés en Utah (Estados Unidos), lugar donde se encuentra la sede de esta organización religiosa.
El encuentro en el Vaticano fue el primero en la historia entre los líderes de ambas iglesias. Se registró tras de que Nelson y otros líderes mormones se encontraban en Roma, donde dedicaron el primer templo mormón en Italia.
Ahí, en el centro de la cristiandad –según se ha publicado en medios afines a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días—se podrá atender a los 27.000 mormones que habitan en Italia.
“¡Qué afortunados son los católicos!”
El presidente Nelson estuvo acompañado por el presidente M. Russell Ballard, del “Quórum de los Doce Apóstoles”. Tras la reunión con Francisco, Nelson dijo: “Tuvimos una experiencia cordial e inolvidable. Su Santidad, fue muy amable, cálido y acogedor”.
“Qué hombre tan dulce y maravilloso es, y qué afortunados son los católicos por tener un líder tan amable, preocupado, cariñoso y capaz”, recalcó el presidente de los mormones.
Y añadió: “Hablamos sobre la preocupación mutua por las personas que sufren en todo el mundo y el deseo de aliviar el sufrimiento humano”, a lo que Ballard agregó: “Le explicamos a Su Santidad que trabajamos lado a lado, que tenemos proyectos con Catholic Relief Services en todo el mundo en más de 43 países. Hemos estado hombro con hombro como socios para tratar de aliviar el sufrimiento. Estuvo muy interesado en eso”.
Comenzando a superar los estereotipos
Aunque ambas iglesias, según informa el periódico de la diócesis de Salt Lake City, el Intermountain Catholic, “históricamente han interactuado de forma muy positiva”, el encuentro en el Vaticano es visto como el principio de un nuevo capítulo en su relación.
“Este encuentro me dice a mí que mormones y católicos están empezando a conocerse unos a otros como cristianos”, dijo a Intermountain Catholic Mathew Schmalz, profesor asociado de estudios religiosos del Colegio de la Santa Cruz.
“Más allá de una acción política, están comenzando a conocerse mutuamente como gente de fe y pienso que ello podría generar una oportunidad de una diálogo más sustantivo, centrado en temas religiosos y por encima de los estereotipos”, recalcó Schmalz.
Cabe resaltar que Schmalz ha escrito extensamente sobre el diálogo católico-mormón y es el único católico en el consejo editorial de “Diálogo”, un periódico independiente, especializado en el pensamiento mormón.
En Utah, en la frontera del desierto
Utah comenzó a ser la casa de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días en 1874 cuando los miembros de esta organización religiosa se asentaron en el Estado con la esperanza de encontrar un sitio donde no fueran perseguidos y pudieran practicar su fe, como no lo habían podido hacer donde fueron fundados: en los estados del este de EE. UU.
Por lo demás, la primera Misa católica se celebró en Utah en 1776, aunque la Iglesia católica comenzó a tener presencia en esa entidad hasta 1886, con la creación del Vicariato Apostólico de Utah. Más adelante, la diócesis de Salt Lake City se estableció en 1891.
En todo este tiempo, las dos iglesias han crecido y florecido una al lado de la otra en esta frontera con el desierto. Ambas profesan una profunda creencia en Jesucristo como salvador de la humanidad aunque se distancian por doctrinas y prácticas muy diferentes entre sí.
Aliados locales
Sin embargo, localmente, en el Estado de Utah y en la diócesis de Salt Lake City, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se ha convertido en un fuerte aliado de los Servicios Católicos Comunitarios de Utah, el brazo local de Cáritas Estados Unidos.
En este sentido, la premonición del Papa Francisco cuando se ha reunido con otras confesiones cristianas cobra vida: se trata de orar a Dios y llevar a cabo acciones conjuntas por los más necesitados, por los descartados de la Tierra.
Al menos en Utah, sede de los mormones, la puerta abierta por Francisco va a rendir frutos mayores para toda la comunidad. Y quizá en otras partes del mundo donde católicos y mormones van en alianza para aliviar el sufrimiento humano.
*Con información del Intermountain Catholic y la Sala de Prensa de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días*