En muchas ocasiones relacionamos la Pascua con decoraciones y adornos protagonizados por los huevos de Pascua, conejitos, zanahorias, pollitos o plumas de colores vistosos. Y sin querer, nos dejamos llevar por la simpatía de estas figuras, por sus originales ornamentos o por los tonos pastel con los que están pintados, corriendo el riesgo de perder el verdadero significado de la Pascua.
Sin embargo, existen también otras decoraciones cristianas de Pascua que pueden ayudarte a celebrarla con más sentido, dando valor a la cruz. Por esta razón desde Aleteia os proponemos realizar, durante estos días previos a la resurrección del Señor, una manualidad que alude al verdadero significado de la Pascua: un centro que recuerda el Calvario, con 3 cruces, donde fueron crucificados Jesús y los dos ladrones.
“Le crucificaron allí, a él y a los ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen»”(Lc 23, 33-34)
El Calvario, donde la Cruz venció
El Calvario es la colina a las afueras de Jerusalén donde los romanos ejecutaban en la cruz a los malhechores. Ese lugar, en hebreo, era llamado “Gólgota” que quiere decir “lugar de la calavera”. Así nos lo indican los cuatro evangelios:
“Llegaron al lugar llamado Gólgota, es decir lugar “de la Calavera”. Mateo 27, 33
“Le condujeron al lugar del Gólgota, que quiere decir “Lugar de la Calavera”. Marcos 15, 22
“Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí”. Lucas 23, 33
“Tomaron, pues, a Jesús, que, llevando su cruz, salió al sitio llamado Calvario, que en hebreo se dice Gólgota”. Juan 19, 17
Santa Helena y la Cruz
En el año 326 d. C. Helena de Constantinopla, madre del emperador Constantino de Roma, viajó a Jerusalén con el fin de encontrar el lugar en el que Cristo había sido crucificado y sepultado. Y lo encontró en un monte de la ciudad donde el emperador Adriano, dos siglos antes, había mandado erigir un templo dedicado a las diosas romanas Afrodita y Venus.
Así que ordenó derribar dicho templo y excavar en aquel lugar, encontrando tres cruces (que supuso como las de Jesús y los dos ladrones) y una tumba excavada en una cueva de piedra caliza que identificó como la de Jesús.
Santa Helena hizo edificar sobre el lugar la Basílica del Santo Sepulcro, que cobija en su interior el Monte Gólgota y el Santo Sepulcro. Además, la santa llevó hasta Roma la santa cruz, junto a dos espinas de la corona y otros elementos de la Pasión del Señor. También algunos fragmentos de la gruta de la Natividad y del Santo Sepulcro, que se pueden contemplar en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén , de la ciudad romana.
Contemplar la Cruz con la mirada en la Pascua
Estos días son un buen momento para contemplar la cruz. Ante ella no nos queda más que conmovernos y agradecer. Jesús llevó esa cruz para salvar al mundo, perdonar nuestros pecados y abrir las puertas del cielo gracias a su Resurrección. En la cruz Jesús venció a la muerte y encendió el mundo entero.
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo por medio de Él.
Juan 3, 16-17
Materiales necesarios para realizar la manualidad
Para realizar este centro vegetal necesitaremos:
- Una caja u otro recipiente que sirva de base.
- Plantas naturales o artificiales para adornar (hojas y flores)
- Palos de madera
- Cuerda
- Espuma floral o poliestireno extruido (porexpan)
- Piedras decorativas (o pétalos de flores, bolitas de colores,…)
- Tijeras y pegamento
- Un trozo de papel en el que escribiremos “¡Jesús está vivo!” (también lo podemos hacer con ordenador e imprimirlo).
Puedes ver en la galería fotográfica todos los pasos:
7 pasos a seguir
1-Elegimos un soporte para poder confeccionar nuestro centro de Pascua. Como debe dar cobijo a las 3 cruces del Calvario, yo he elegido unos boles dispuestos de forma escalonada, para colocar la cruz de Jesús en el bol superior, y las dos cruces restantes, las de los ladrones, a un segundo nivel. También podéis utilizar una caja de madera, de cartón o cualquier otro material consistente.
2-Después colocaremos alrededor de su estructura plantas y flores para decorarlo y darle vida.
3- A continuación, cortaremos 3 trozos de espuma floral a la medida de los boles y los introduciremos en su interior. Lo rellenaremos con piedras decorativas, aunque también podemos utilizar otro tipo de materiales como pétalos de flores, bolitas de colores, hojas de plantas, musgo, hierba,…
Formamos las cruces
4- Cortaremos los palos para darles forma de cruz (el travesaño -horizontal-más corto que el poste- vertical-) y los ataremos con cuerdas.
5- Cuando tengamos las cruces preparadas, las pincharemos sobre la espuma floral. Una cruz en cada bol. Podemos hacer la cruz de Jesús más alta, o pintarla de algún color.
6- Recortaremos el papel con la frase “¡Jesús está vivo!” y la colocaremos sobre la Cruz de Jesús, atándola con una cuerda.
7- Terminaremos el centro adornando con flores y plantas la cruz y su parte inferior.
Podéis poner este bonito centro en la entrada de vuestra casa, en la mesa a la hora de comer, o en cualquier otro lugar de vuestro hogar. Es un elemento decorativo alegre y lleno de vida, que nos debe recordar la Victoria de Jesús sobre la muerte.