Aleteia escoge 6 obras sobre la crucifixión
El Calvario (o Gólgota) es el monte fuera de Jerusalén donde Jesús fue crucificado y en la iconografía religiosa, la crucifixión de Jesucristo una de las representaciones artísticas más prolíficas y repetidas.
La cruz y todas las escenas relacionadas con el pasaje evangélico del Calvario repletan la historia del arte de magníficas obras, lienzos, esculturas, retablos o vitrales. En estos días en los que no podemos visitar presencialmente ningún museo, Aleteia ha escogido algunas obras clave para admirar y conocer mejor estas representaciones.
La cruz
En la Biblia Cultural de PPC se explica que la cruz del martirio y expresión redentora ha sido una bandera desde los primeros años del cristianismo. Los prejuicios figurativos iniciales impusieron el uso de la cruz desnuda, sin la presencia física del crucificado.
Según la concepción que se tenga de Cristo en cada época se enfatiza más el aspecto de su humanidad o de su divinidad.
1Románico: el Rey y la curiosidad de los pies separados
En el Románico, por ejemplo, el Cristo es el Rey, la Majestad Batlló por ejemplo ilustra perfectamente esta visión. Además, el Cristo tiene los pies separados, con un clavo en cada pie, y no como en el gótico, con los pies juntos y un solo clavo.
En el Románico, la Cruz es el trono: Jesús se sienta en esta cruz como si fuera su trono. Lleva un manto y una corona. Está impasible, no parece que sufra: reina. El Románico subraya esta serenidad. Esta imagen, original del siglo XII de la zona del Pirineo catalá, se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
2Gótico: el hombre-Dios que sufre
En el Gótico Jesús agoniza en la cruz, sufre, es el Cristo doliente y aparece no plácidamente sino con dolor. Es el icono de la Pasión.
La secuencia de la Pasión se ilustra en el arte de muchos modos, desde la conversación con los ladrones en la cruz hasta los improperios y la crucifixión en el Gólgota. En el Gótico es un Cristo muerto, no como el Románico, vivo.
3Renacimiento italiano y Miguel Ángel
El Cristo Crucificado del Santo Espírito de Florencia, de Miguel Ángel, figura un Cristo de cuerpo adolescente pero de rostro adulto, de madera.
4El Calvario de Ribera (el “Spagnoletto)
El Calvario o “La expiración de Cristo” es un lienzo que se expone en la Colegiata de Osuna, en España. Es obra del pintor José de Ribera y se considera la obra más complete de este artista del siglo XVII, conocido por su estilo tenebrista.
5Cristo Crucificado de Velázquez: imponente barroco
Si hay un Cristo que encarne la belleza divina, inalcanzable, es el de Velázquez que se puede admirar en el Museo madrileño de El Prado, datado entorno de 1630. También se conoce la obra como “El Cristo de san Plácido”. La obra inspire al escritor Miguel de Unamuno paraa su poema El Cristo de Velázquez.
6Arte contemporáneo: el Cristo de Dalí
El pintor surrealista Salvador Dalí pintó el lienzo “El Cristo” en 1951, en el que se percibe a Jesucristo desde arriba, en una perspectiva inédita, dramática y solemne. El cuadro fue adquirido enseguida por el Museo de Glasgow, en Escocia, que sigue exhibiéndolo.
Es un Cristo que parece que flote, sin clavos, con el pelo más corto de lo habitual en un claroscuro muy imponente. Dalí se inspiró en San Juan de la Cruz, que había soñado este Cristo.