Tras haber experimentado el rechazo con anterioridad, Brigid Kavanagh por fin logró llevar sus palabras a la imprentaA sus 95 años, Brigid Kavanagh por fin ha cumplido su anhelada ambición de publicar un libro. Sin embargo, su camino hasta poner sus palabras por impreso no ha sido fácil y ha requerido de determinación y confianza en las capacidades que unas monjas le destacaron por primera vez hace varios años.
Poemas e historias
Con el estricto confinamiento en Irlanda, la familia de Kavanagh aprovechó la ocasión para ayudar a la nonagenaria a publicar su libro. Compilaron los múltiples poemas e historias escritos por su madre y mandaron imprimir 500 copias del libro In my Mind’s Eye, Walking Amongst Ghosts [A ojos de mi mente, caminando entre fantasmas].
My 95 year’s young Nana Brigid Kavanagh will be on @RTERadio1 soon to discuss her wonderful book In My Mind’s Eye, Walking Amongst Ghosts. So proud! pic.twitter.com/WlrGyDxwpg
— Patricia Kavanagh (@PishKav) February 16, 2021
Kavanagh ya intentó que se publicara parte de su obra cuando tenía 80 años, pero solamente encajó decepciones. Así pues, la publicación de sus escritos es un triunfo enorme: “No puedo creerlo… Estoy absolutamente emocionada. Después de mi decepción con 80 años, pensé que estaba acabada”, compartió con RTE News.
Una profecía cumplida
Esta anciana de la localidad de Roscomon, Irlanda, compartió con el mencionado canal de noticias que siempre le resultó más sencillo expresarse sobre el papel, un don que no pasó desapercibido en sus días de escuela: “De niña, las monjas me decían ‘deberías ser escritora’. Me pedían que leyera en voz alta mis ensayos… Creo que sería fantástico si una de esas monjas pudiera ver esa profecía cumplida”.
Aunque las monjas ya no estén ahí para ver hasta dónde ha llegado su antigua alumna, el libro, que se compone de las vivas memorias que Kavanagh ha escrito a lo largo de su vida, servirá como una inmersión para el lector en el Londres de la Segunda Guerra Mundial, su vida en Dublín y el regreso a su ciudad natal de Roscommon.
La escritora ha recibido “unas renovadas ganas de vivir”, según afirma su hijo Declan, quien, acompañado de su hermano Sean, ayudó a su madre a cumplir su anhelado sueño.
Aunque solamente hay un número limitado de copias disponibles, el éxito real de la publicación es ver una familia reunida para ayudar a su madre y la satisfacción de una mujer anciana al ver sus palabras impresas, por fin, para disfrute de todos.
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