Un nuevo sacudón para el país sudamericano a raíz de la investigación de presunto abuso sexual de monseñor Bernardino Piñera Carvallo
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Con gran asombro se recibió la noticia que la Santa Sede iniciaba una investigación previa para averiguar si es verosímil la denuncia de un presunto abuso sexual a un menor de edad, que habría sido cometido hace más de 50 años por monseñor Bernardino Piñera Carvallo, arzobispo emérito de La Serena.
Vaticano investiga a obispo emérito Bernardino Piñera por presunto abuso sexual a un menor de edad. pic.twitter.com/p00gqwgzFJ
— Jaime Coiro (@JaimeCoiro) August 20, 2019
Monseñor Piñera de 103 años de edad y tío del presidente de la República, Sebastián Piñera, y que se encuentra absolutamente lúcido emitió este martes un breve comunicado donde dijo: “He tomado conocimiento del comunicado de la Nunciatura Apostólica de Chile sobre una investigación preliminar en mi contra”.
Luego agregó: “Manifiesto desconocer la acusación que le ha dado origen y ofrezco mi plena disposición a colaborar en el esclarecimiento de la misma (…) Doy fe de que, durante mi larga vida sacerdotal que comenzó en 1945, siempre he tenido una conducta intachable”.
A su vez el presidente Piñera emitió una declaración pública donde aseguró que “toda denuncia debe investigarse y con rigor para verificar su verosimilitud y para esclarecer la verdad y este caso no constituye una excepción”.
Sin embargo, el presidente aclaró: “Conociendo por casi 70 años a Bernardino Piñera como sobrino, me cuesta creer, porque conozco su conducta, su actitud de una vida entera”. En esa línea, agregó que “me cuesta creer en una denuncia que se hace más de 50 años después de ocurridos los eventuales hechos, a un hombre que hoy tiene 103 años de vida”.
Por su parte, el vocero de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, Helmut Kramer, expresó que “es algo que ha estado pasando en los últimos tiempos, que es la caída de grandes próceres de la Iglesia Católica chilena”.
Monseñor Piñera es el obispo más anciano del mundo, y fue ordenado sacerdote del clero de Santiago en 1947 por el cardenal José María Caro. El papa Pío XII lo eligió Obispo titular De Prusiade y Auxiliar de Mons.
Participó en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Puebla, 1979; y en el Sínodo de Obispos en Roma, 1967 y 1980. A fin de desempeñar con dedicación completa el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, renunció a la diócesis. El Papa Juan Pablo II lo promovió al Arzobispado de La Serena el 2 de julio de 1983. Por razón de edad renunció al Arzobispado el 30 de septiembre de 1990.
Cabe señalar, que su sucesor, monseñor Francisco José Cox, fue acusado de abuso sexual a menores y dimitido del estado clerical en 2019 por el papa Francisco. En agosto de 2018 hubo denunciantes que manifestaron públicamente que monseñor Piñera podría haber encubierto los abusos de Cox.
Se retiró de su actividad pastoral activa, y pasó a vivir en el convento de San Francisco de Santiago de Chile vinculándose a la espiritualidad franciscana. Sus últimos años los ha vivido en la Casa de Acogida de las Hermanitas de los Pobres, en un sector popular de la ciudad de Santiago.
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