Aunque a Tomasso Campanella, fraile dominico, se le considera "uno de los filósofos más importantes del Renacimiento tardío", su figura ha permanecido bastante oscura.
Nació como Giovanni Domenico Campanella en Calabria. Procedente de un entorno desfavorecido, se convirtió en una especie de "niño prodigio". A los 14 años, adoptó el nombre de "Tommaso" (en honor a Tomás de Aquino) cuando ingresó en la orden dominica.
Aunque muy estudioso, no siempre fue un erudito obediente. Al llegar a la edad adulta, su mente inquisitiva y su disposición audaz le llevaron a explorar y, en algunos casos, a difundir su apoyo a obras y puntos de vista controvertidos (como las enseñanzas de Bernardino Telesio, que contradecía la filosofía más arraigada de Aristóteles).
En 1594, Campanella se había alejado lo suficiente de la ortodoxia dominicana como para caer bajo el escrutinio de la Inquisición. Podría haber sido mucho peor: la Inquisición le condenó a unos dos años de reclusión. Tras su liberación, se le ordenó regresar a Calabria.
Condenado a cadena perpetua
De vuelta a su región natal, Campanella se encontró con un nuevo mundo de problemas; desempeñó un papel importante en una conspiración contra el gobierno español y acabó siendo acusado de herejía y rebelión.
Fue condenado a cadena perpetua y fue sometido a la "vigilia", en la que los captores infligen a los prisioneros una privación extrema del sueño. Bajo estas horrendas condiciones, Campanella escribió prolíficamente, mantuvo correspondencia con los principales pensadores de su época y fue autor de títulos como Atheismus triumphatus (El ateísmo conquistado), La monarquía de España y La ciudad del sol.
Campanella entabló amistad con un erudito alemán, Caspar Schoppe, que le visitó en prisión y ayudó a difundir sus obras escritas, como La ciudad del sol, que apareció en lengua latina en una imprenta de Frankfurt en 1623.
Para entonces, Campanella, que seguía encarcelado, estaba ocupado dando su apoyo escrito a Galileo Galilei, que estaba envuelto en una polémica por apoyar el heliocentrismo copernicano.
Libre después de varias décadas encarcelado
Tras 27 años de cautiverio, el Papa Urbano VIII le consiguió su libertad. Campanella salió de prisión a los 57 años, el 15 de mayo de 1626. Posteriormente residió en Roma, donde ejerció como asesor papal en asuntos astrológicos.
Sin embargo, este cargo se disolvió cuando Urbano VIII empezó a temer que otros miembros de la jerarquía eclesiástica consideraran heréticas y supersticiosas sus consultas sobre la alineación de los astros.
En 1634, una nueva conspiración política en la turbulenta región natal de Campanella amenazó con devolverle a prisión para el resto de su vida. Sin embargo, gracias a la ayuda de un amistoso cardenal local y del embajador francés, consiguió huir a Francia.
Su vida en Francia
Allí se encontró en una situación bastante cómoda: el cardenal Richelieu le dio protección política y el rey Luis XIII le concedió un subsidio considerable. Para mostrar su gratitud, Campanella escribió un poema conmemorando el nacimiento de Luis XIV, el futuro "Rey Sol".
Tras pasar sus últimos años en el monasterio dominico de Saint-Honoré de París, Campanella murió el 21 de mayo de 1639, a los 70 años.
Campanella, con quien nunca fue fácil llevarse bien, tenía un temperamento que "le llevó a expresar opiniones ofensivas para muchas de las escuelas antiguas y nuevas por igual". Pero su resistencia parecía indomable. En medio de décadas de encarcelamiento y repetidas torturas, escribió cosas que superaron con creces todo lo que sus verdugos pudieron infligirle.