Pon en práctica una técnica que te ayudará en este nuevo año 

El título completo de esta receta es Think before you talk (Piensa antes de hablar), pero basta con el acrónimo THINK para resumirla, ya que cada letra contiene un ingrediente esencial.

Esta técnica nemotécnica nos ofrece los pasos necesarios para preparar los mejores encuentros, eligiendo las palabras con cuidado y sentido:

Hablar con la verdad no solo refleja honestidad, también genera confianza y credibilidad. La verdad es un pilar fundamental en las relaciones humanas y huye de la calumnia, el peor terrorismo que podemos cometer. 

El Papa Francisco definió la calumnia como un acto terrorista: se arroja la bomba, se destruye, y el atacante se queda feliz y tranquilo. Antes de hablar, pregúntate: "¿Lo que voy a decir es cierto?" Si tienes dudas sobre su veracidad, es mejor guardar silencio.

Asegúrate de que lo que vas a decir sea realmente útil o necesario. Antes de intervenir, reflexiona si tus palabras aportarán valor a la conversación o a la situación. 

Decir algo útil significa que tus palabras deben servir para ayudar, resolver un problema, motivar o aclarar dudas. Si lo que vas a decir no contribuye de manera positiva, tal vez no sea el momento adecuado para expresarlo. 

La difamación nunca es algo útil. Y que el error de una persona sea un hecho fehaciente no nos da derecho a contarlo.

Habla solo de lo que sea verdaderamente importante. Es fácil caer en la tentación de hablar sobre cosas triviales o irrelevantes, especialmente en reuniones o eventos. Sin embargo, priorizar lo importante demuestra madurez y enfoque.

Pregúntate: "¿Este tema realmente merece atención ahora?" Hablar de lo importante ayuda a mantener la conversación activa y evita desviar la atención hacia asuntos secundarios o poco relevantes. 

Este apartado te hace reflexionar, ser prudente y no hablar de uno mismo o nuestros intereses.

Para contrarrestarlo, buscaremos temas de conversación que resulten interesantes a todos los presentes. Teniendo esto en cuenta, escucharemos atentamente a los que nos acompañan en una reunión y no nos dedicaremos solamente a pensar en nuestra intervención.

Pregúntate si lo que vas a decir es estrictamente necesario. No todo lo que pensamos o sentimos necesita ser verbalizado. Antes de hablar, considera si tus palabras son indispensables para la situación.

¿Realmente se necesita tu opinión o comentario? Muchas veces el silencio es más elocuente que cualquier palabra. Hablar solo cuando es necesario demuestra sabiduría y autocontrol. 

Sé amable. Hay una sabia enseñanza que dice: "Si al hablar no has de agradar, te será mejor callar".

La amabilidad en las palabras es un regalo que podemos ofrecer a los demás. Hablar con cortesía, respeto y empatía crea un ambiente cálido y acogedor. Incluso cuando es necesario expresar críticas o desacuerdos, hacerlo con amabilidad suaviza el impacto y fomenta el entendimiento. Pregúntate: "¿Cómo puedo expresar esto de manera que no hiera, sino que construya?" El gran poder de la amabilidad no cuesta nada, pero puede cambiarlo todo.

Esta receta no solo es para adultos, sino también para niños, cuanto antes la empiecen a practicar, la usarán con naturalidad, pasando a ser su modo de obrar natural. Si la aplicamos, podemos garantizar el éxito de cualquier encuentro: evitaremos la crispación, el enfrentamiento y las palabras innecesarias que hieren, mientras fomentamos la buena voluntad y dejamos a todos un poco más contentos, con más ganas de repetir otro sorbito de reunión  familiar, 

En resumen, THINK es la receta para unir corazones, crear ambientes positivos y celebrar con sentido. ¿Por qué no ponerla en práctica este comienzo de año? ¡Será el mejor propósito para todos!