La virtud teologal de la caridad se nos ha dado desde el Bautismo, y fue Dios quien se ha encargado de infundirla en nuestra alma para que tengamos la capacidad de amarlo a Él y a nuestro prójimo.
Así la define el Catecismo de la Iglesia católica:
"La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios".
Cómo practicar la caridad
Como la caridad "exige la práctica del bien y la corrección fraterna; es benevolencia; suscita la reciprocidad; es siempre desinteresada y generosa; es amistad y comunión" (CEC 1829), sugerimos maneras de ejercer la caridad todos los días:
1Saluda a todos
Algo tan sencillo como desear a las personas que tengan un buen día es una forma práctica de ejercer la caridad.
No sabemos por lo que puede estar atravesando quien se cruza en nuestro camino, y un saludo, siempre alegra el corazón.
2Sé amable
Una cara amigable, una sonrisa y un tono de voz agradable siempre tendrán efecto positivo sobre quien sufre alguna desavenencia y calmará los ánimos de quien se sienta triste o enojado.
Además, la palabra "amabilidad" indica tratar bien a otros porque son dignos de ser amados. Es decir, si nos comportamos con cortesía, hasta con las personas que son antipáticas, estaremos dando signos de que entendemos, por lo menos un poco, cómo es el amor de Dios por nosotros.
3Escucha atentamente
Las personas tienen necesidad de hablar, y si se trata de alguien cercano o que desea hacernos una confidencia, lo mejor que podemos hacer es dejar de lado lo que estemos haciendo para verla y escucharla, sin que nada nos distraiga.
Y por favor, que el celular no se interponga en esos momentos, porque demostraría poco interés y falta de respeto para la persona que nos está abriendo su corazón.
4Haz un favor
Es muy sencillo que las personas requieran ayuda para realizar sus tareas, sin embargo, en esta época en la que priva el individualismo, no es extraño observar que, aunque percibamos que alguien lo necesite, ni ella pide ayuda ni hay quien se ofrezca a apoyarla.
Hacer un favor rompe barreras y da paso a que surja la amistad, y si se trata de algún desconocido, con mayor razón daremos muestra de que la caridad "es servicial" (1 Co 13, 4-7).
5Sé paciente
La prueba de fuego: ser paciente con los demás, sobre todo si hacen algo que no queremos o dicen algo que no nos guste.
Esta es una forma muy clara de demostrar caridad, porque en medio de las diferencias que existen, aún entre los miembros de la misma familia, tenemos a oportunidad de ejercer el amor que Dios nos ha regalado y que es lo único que perdurará hasta nuestro encuentro con Él en el cielo.