El liderazgo de una valiente santa llamada Juana de Arco 

Santa Juana de Arco, a pesar de haber sido una joven que no aprendió a leer ni escribir, siempre supo hacer la voluntad de Dios, de tal manera que a petición Suya, ejerció su liderazgo dirigiendo varias tropas para defender a su patria y se entregó en martirio.

A pesar de que su familia era muy humilde, su madre le transmitió la fe en Dios y la devoción a la santísima Virgen María, presentando grandes anhelos de santidad a muy temprana edad. 

Fue así que desde los 14 años, escuchaba las voces de san Miguel Arcángel, santa Catalina y santa Margarita, diciéndole "Tú debes salvar a la nación y al rey".

Santa Juana de Arco es un ejemplo total, no solo para las mujeres, sino también para todo aquel que quiera estar en la tropa de Cristo y así llevar su amor a todas partes para que Él pueda reinar en nuestros corazones, pues nacimos para seguir y alcanzar a Cristo. 

En Aleteia te invitamos a seguir las virtudes de esta noble, pero valiente santa.

Juana siempre se mantuvo firme a la voz y voluntad de Dios, sin titubear en ningún momento, siendo pacífica en sus palabras y acciones; nunca lastimó a nadie y se enfocó en animar y proteger su patria. 

Juana de Arco hizo grandes sacrificios personales, llegando a dar su vida por Cristo, y es de esa forma que nos transmite el valor de los pequeños sacrificios diarios -hasta aquello que nos cuestan un poco más- para fortalecer nuestra alma.

Asó podremos, también nosotros, estar dispuestos a darlo todo por Cristo y por el prójimo. Ella dijo en su celda: "Esta cárcel ha sido para mí un martirio tan cruel como nunca me había imaginado que pudiera ser".

Esta valiente joven luchó siempre por la libertad de su patria y por la de aquellas otras ciudades que también pudo ayudar, de tal manera que pudieran vivir en unidad. 

Ahora también nosotros podemos ver por el bien de nuestra patria y orar por ella y por quienes nos gobiernan, para que no haya desunión. 

Esta maravillosa santa se enfrentó a grandes e innumerables obstáculos, aun cuando fue traicionada y encerrada en prisión hasta su muerte. Fue humillada con insultos, injusticias y malos tratos. Ya que la habían acusado falsamente de brujería a causa de envidias y celos.

Santa Juana de Arco es un verdadero ejemplo de la feminidad unida al corazón de María y así ejercer un potente liderazgo, de tal manera que nos invita a seguir con valentía y saber que para Dios las mujeres son hermosas doncellas como esta hermosa y fuerte santa.

Ella también decía “los hombres pelean, pero solo Dios da la victoria”, así que, con estas virtudes que la llevaron a darlo todo por Cristo -aún en las dificultades- tú también podrás llevar como estandarte de vida a Cristo y vencer las batallas de cada día.