El papa Francisco ha puesto como ejemplo a San José para que las personas no busquen ser protagonistas, sino custodios y servidores de los más frágiles. Así como ya lo hacen en silencio los docentes, los abuelos, los padres que no salen en las noticias, pero custodian a los más pequeños.
“José vive su protagonismo sin querer nunca adueñarse de la escena. Si lo pensamos, «nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, [...]. ”.
Lo dijo el Papa Francisco en la audiencia general de esta mañana, 24 de noviembre, celebrada en el Aula Pablo VI.
El Papa invitó a construir vínculos y relaciones sólidas como lo hizo San José
“Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración”.
Francisco llamó a imitar a San José en su sencillez y en estar presentes en la vida de los demás sin protagonismos o querer ocupar la escena:
“Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos» (Cart. ap. Patris corde, 1). Así, todos pueden encontrar en San José, el hombre que pasa inobservado, el hombre de la presencia cotidiana, discreta y escondida, un intercesor, un apoyo y una guía en los momentos de dificultad”.
El Papa Francisco ha proseguido hoy con la segunda catequesis sobre san José, referida a su papel en la Historia de la Salvación. Esto en el marco del año santo dedicado al esposo de María y que concluirá el próximo 8 de diciembre.
"Los evangelios, aun cuando dejan claro que José no es el padre biológico de Jesús, afirman que es su padre a pleno título", explicó el Papa.
Como San José, hombres y mujeres en segunda línea
San José, afirmó el Papa, nos recuerda que todos aquellos que están aparentemente escondidos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. “El mundo necesita a estos hombres y a estas mujeres.”
Personas que dijo están en “segunda línea, pero que apoyan el desarrollo de nuestras vidas”. Se refirió al ejemplo que dan estos hombres y mujeres discretos con su “oración”, obras y con sus “enseñanzas en el camino de la vida.”
El Papa afirmó que San José sigue“trabajando desde el cielo”, cotidianamente y en silencio, por el bien de la Iglesia y de todos los fieles.
Por esta razón, José no sólo es el “custodio” de la Sagrada Familia, sino que también lo es de la Iglesia, prolongación del Cuerpo de Cristo, y podemos encontrar en él el sostén, la intercesión y la guía en los momentos de dificultad.
San José sigue protegiendo a la Iglesia en el cielo
El Papa hizo hincapié en que hoy san José sigue protegiendo a la Iglesia y a sus hijos.
“José, a la vez que continúa protegiendo a la Iglesia, sigue amparando al Niño y a su madre, y nosotros también, amando a la Iglesia, continuamos amando al Niño y a su madre» .”
Por tanto, explicó: “José, con su vida, parece querer decirnos que siempre estamos llamados a sentirnos custodios de nuestros hermanos, custodios de quien se nos ha puesto al lado, de quien el Señor nos encomienda a través de las circunstancias de la vida.”.
Por último, el Papa saludó a los fieles. Les animó a pedir con confianza a “san José la capacidad de valorizar los vínculos profundos de nuestra vida, a las personas comunes que nos acompañan y sostienen, para que nadie se sienta solo y abandonado y todos puedan reconciliarse con su propia historia viendo en ella la providencia de Dios pese a su debilidad”.
La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica.