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Los 3 pasos para descongelar las emociones

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María del Castillo - publicado el 04/12/19
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Si eres frío y no hay nada que te altere puede que tengas tus emociones congeladas

Si has llegado a un estado de congelación emocional, seguramente no sepas ni qué sientes, ni qué te pasa, ni qué necesitas. Incluso es probable que llegues a pensar que no sientes el dolor y que te cueste empatizar con el sufrimiento de otros.

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¿Por qué se congelan las emociones?

Existen múltiples causas:

  • Anulación: “Por no molestar, no expreso”. La persona anula su dolor anteponiendo una creencia errónea “mis emociones molestan”. Una idea que seguramente haya aprendido desde su infancia a través de mensajes recibidos en su entorno familiar o escolar. Como consecuencia de ello se produce una carencia en las habilidades de gestión emocional y eso produce una desconexión con lo que sienten.
  • Infravaloración: “Hay otros que sufren más que yo, lo mío no es para tanto”. Es una actitud de resignación frente a un dolor que están padeciendo. Sufren pero restan valor a lo que sienten. 
  • Negación: “Tú no te pares mucho a ver qué sientes, hay que seguir para adelante”. Aceptar que cada uno tiene su mochila emocional y que eso puede generar dolor, no es algo que agrade, pero el que lo niega busca evitar el sufrimiento.

¿Cuáles son los pasos para descongelar mis emociones?

1Da voz a lo que te duele

Aunque no tengas costumbre de hablar de lo que sientes, de poner nombre a lo que pasa te dará estabilidad, seguridad y paz.

Existen tres preguntas que pueden ayudarte a conectar emocionalmente:

  1. ¿Qué ha pasado objetivamente?
  2. ¿Qué siento? ¿Qué siente mi cuerpo? (angustia, dolor, presión). Esos síntomas te darán pista de lo que sientes realmente.
  3. ¿Qué pienso? ¿Qué conclusiones saco de lo que he vivido.

2Mantén una higiene de mente y corazón

Elimina todos los pensamientos que te están influyendo a nivel emocional y recuérdate:

  • No soy más fuerte por resistir y callarme todo.
  • Me doy permiso para expresar mis emociones y necesidades.
  • Ahora soy capaz de protegerme y darme el valor que tengo.

3Busca espacios donde puedas expresarte

El dolor, la preocupación y la angustia, si se comparten, en un ámbito de confianza y seguridad, aligera el peso que producen los enredos emocionales. Necesitamos personas que respeten nuestro espacio para expresarnos y desahogarnos.

No olvides que, las emociones son parte de nuestra vida y que aprender a gestionarlas es necesario. Da nombre a lo que sientes, identifica y clarifica tus sentimientos.

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