Campaña de Cuaresma 2025
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La Pascua es tiempo propicio para que los niños y jóvenes reciban la Primera Comunión, y es tan profundo y trascendente el momento en el que por vez primera comulgarán el cuerpo y la sangre de Cristo, que la Iglesia lo ha enriquecido con una indulgencia plenaria.
Y lo que es mejor, también quienes acompañen a los neocomulgantes pueden lucrarla si están debidamente preparados, esto implica a los papás, padrinos, hermanos y demás invitados a la ceremonia.
El Manual de Indulgencias nos da la pauta para acceder a ella correctamente:
"Se concede indulgencia plenaria al fiel cristiano que por primera vez se acerca a la sagrada Comunión o que piadosamente acompaña a los que se acercan por primera vez a la sagrada Comunión, rece piadosamente la oración “Mírame, oh, bueno y dulcísimo Jesús” ante la imagen de Cristo crucificado, después de la Comunión".
En tiempo de Cuaresma, también puede ganarse la indulgencia plenaria rezando la misma oración, como lo menciona el Manual, "en cualquier viernes del tiempo de Cuaresma o en el Viernes de la Pasión del Señor", y que colocamos en seguida:
La oración
"Mírame, oh, bueno y dulcísimo Jesús: en tu presencia me postro de rodillas, y con el mayor fervor de mi alma te pido y suplico que imprimas en mi corazón, dulcísimo Jesús, vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y propósito firmísimo de enmendarme; mientras con gran afecto y dolor considero y contemplo en mi alma tus cinco llagas, teniendo ante mis ojos aquello que ya el profeta David ponía en tus labios acerca de ti: 'Me taladran las manos y los pies, puedo contar todos mis huesos' (Sal 21 (22), 17-18)".
Consejo para los padrinos
Los cristianos que se han elegido como padrino o madrina para acompañar a los niños que recibirán la sagrada Eucaristía por primera vez, en ocasiones no saben qué rezar después de la comunión, por eso resulta propicio que se aprendan esta hermosa oración o la lleven impresa para que puedan rezarla con sus ahijados.
Hay que recordar que también deben rezar por las intenciones del Santo Padre - Padrenuestro, Avemaría y Credo -.
Y dar gracias con esta otra oración, que también está enriquecida con indulgencia parcial:
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, purifícame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh, Buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame
y mándame ir a ti,
para que con tus santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.


