Las 12 fechas que marcaron el año 2024 del Papa Francisco

A principios de este año, el Papa se enfrentó a las divisiones provocadas por el documento Fiducia supplicans (publicado a finales de 2023), que autoriza la bendición no litúrgica de las parejas homosexuales.

Algunos expresaron fuertes protestas contra esta iniciativa del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF). Es el caso, en particular, de los obispos africanos, que, bajo la dirección de su líder, el cardenal Fridolin Ambongo, publicaron una declaración negándose a aplicarla. En marzo se produjo otro revés, esta vez en el ámbito ecuménico: la Iglesia Ortodoxa Copta anunció la suspensión de su diálogo teológico con Roma. Está previsto que el Prefecto del DDF, el cardenal Fernández, viaje a El Cairo en mayo para entrevistarse directamente con el Papa copto Tawadros II.

Durante los primeros meses de 2024, el pontífice sufrió una dolencia respiratoria que le obligó a anular numerosas citas y a dejar la lectura de sus textos a colaboradores. Tardó mucho tiempo en recuperar la forma. A finales de marzo, para protegerse del frío, canceló en el último momento su participación en el famoso Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo, donde su silla blanca permaneció vacía.

Su estado físico sorprendió en otoño, mientras viajaba y participaba en compromisos, mostrándose infatigable. Se mantuvo en buena forma hasta finales de año, aunque a principios de diciembre sufrió una caída que le produjo un hematoma en la barbilla.

En un libro de entrevistas con un experto vaticanista español, publicado bajo el título El sucesor, el Papa Francisco aborda su relación con su predecesor Benedicto XVI, que falleció el 31 de diciembre de 2022.

Desmintiendo a quienes han querido enfrentarlos, el Papa argentino afirmó que, durante el cónclave de 2005, el cardenal Joseph Ratzinger era su "candidato". Explicó que le consideraba "un niño prodigio de la teología".

El Papa también reveló que le gustaría un ritual simplificado para su propio funeral, indicando que su tumba ya está preparada en la basílica de Santa Maria Maggiore.

El Papa Francisco asistió a la Bienal de Venecia, donde pronunció un discurso en el que afirmó que "el mundo necesita artistas". En el pabellón de la Santa Sede, situado en la cárcel de la isla de la Giudecca, el pontífice argentino saludó a las presas y destacó a mujeres artistas como Frida Kahlo y Louise Bourgeois.

Durante una Misa, el Papa animó a los venecianos a proteger el patrimonio ecológico de la Serenissima, así como "su patrimonio humano".

El Papa viajó dos veces más al noreste de Italia: el 18 de mayo a Verona, para una manifestación por la paz organizada en la Arena, y el 7 de julio a Trieste, para un encuentro sobre la democracia.

"El Papa nunca ha pretendido ofender ni expresarse en términos homófobos, y pide disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos por el uso de un término denunciado por terceros". Con estas palabras, la Oficina de Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado, después de que las palabras del Papa suscitaran polémica en la prensa.

A puerta cerrada ante los obispos italianos, el Pontífice habría utilizado una expresión insultante en italiano - frociaggine, un derivado de "maricón" - para referirse a los homosexuales. Fue un desliz que provocó la incomprensión de un pontífice conocido por su apertura pastoral a las parejas del mismo sexo. Para consternación general, el Papa reiterará el uso del término en un encuentro con sacerdotes de su diócesis de Roma el 11 de junio.

El Papa, de 87 años, está en Bari con motivo de la cumbre del G7 para subrayar la urgente necesidad de regular la inteligencia artificial. Entre dos sesiones de breves encuentros bilaterales -el Papa se reúne con los presidentes Macron (Francia), Zelensky (Ucrania) y Trudeau (Canadá)-, toma la palabra para desmenuzar la mecánica de la IA e intentar convencer a los líderes de la necesidad de tomar medidas políticas y jurídicas ante una herramienta "fascinante y formidable". Desde 2020, la Santa Sede se ha implicado en la promoción de la ética de la IA.

Con 44 horas de vuelo y 32.000 km recorridos, la gran gira por Asia y Oceanía de septiembre batió todos los récords de viajes del Papa Francisco. Lo más sorprendente es que el pontífice de casi 88 años lució vigorizado por este viaje.

En Indonesia, Francisco estuvo animando a una Iglesia minoritaria a encontrar su lugar junto a la mayor población musulmana del mundo. En la primera etapa oceánica de su pontificado, en la verde Papúa Nueva Guinea, se convirtió en un misionero de la paz contra la violencia endémica que asola el país. Después realizó una visita triunfal a Timor Oriental, país muy católico cuya juventud alabó, y finalmente a la cosmopolita Singapur, donde abogó por la armonía entre las religiones y el respeto a los emigrantes.

Tras una escala simbólica en Luxemburgo para saludar al cardenal Jean-Claude Hollerich, el Papa Francisco realizó un viaje a Bélgica. Resultó ser uno de los más difíciles de su pontificado.

Durante sus discursos de bienvenida en el Palacio Real, el Rey y el Primer Ministro preguntaron al Papa por los escándalos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Tras recibir largamente a las víctimas, el Papa cambió el texto de su homilía en la Misa celebrada en el estadio Roi-Baudouin para pedir a los obispos que luchen más eficazmente contra esta lacra.

Al final de la misa, el Papa anunció que abría el proceso de beatificación del rey Balduino, por su oposición a la legalización del aborto. La postura "provida" del Papa Francisco y su visión tradicional del papel de la mujer le valieron fuertes críticas durante sus visitas a las universidades de Lovaina, en la Bélgica flamenca, y Lovaina-La-Nueva, en la Bélgica francófona.

A lo largo de octubre, el Papa presidió la segunda sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad, durante la cual 368 miembros de todo el mundo -el 25% de los cuales no son obispos- trabajaron juntos para reflexionar sobre una Iglesia católica más inclusiva, más participativa y menos clerical.

Se suponía que esta sesión cerraba un ciclo que comenzó en 2021, pero en realidad el trabajo sigue en marcha. Los 10 grupos de trabajo creados por Francisco para estudiar ciertos temas sensibles deben entregar sus conclusiones en junio.

Al final del Sínodo, el Pontífice decidió firmar el Documento Final de los miembros del Sínodo, convirtiéndolo en parte de su magisterio. Por tanto, no habrá exhortación apostólica.

Por tercera vez, la Santa Sede y China han renovado el acuerdo pastoral de 2018 que rige los procedimientos de nombramiento de obispos en China. Aunque el texto sigue siendo provisional y secreto, la diplomacia pontificia del cardenal secretario Pietro Parolin ha logrado un avance concreto: el acuerdo se ha renovado por cuatro años, en lugar de dos.

En el Vaticano, las audiencias generales se resumen ahora también en mandarín, los obispos chinos participaron en el Sínodo y en un simposio sobre el centenario del "Concilio Chino", y el acuerdo permitió el nombramiento de cinco nuevos obispos.

El Papa sigue componiendo el colegio encargado de elegir a su sucesor nombrando a 21 cardenales, 20 de los cuales tienen menos de 80 años y, por tanto, podrían votar en caso de cónclave. En su décima promoción, Francisco ha elegido perfiles en línea con las reformas pastorales puestas en marcha desde 2013, como el teólogo Timothy Radcliffe y el arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco.

Mientras que África sigue infrarrepresentada (2 cardenales en este consistorio), Asia sigue creciendo, representando el 16% del colegio e incluso el 18% si se incluyen los cardenales de Oriente Medio -el arzobispo de Teherán, Dominique Mathieu, forma parte de la última promoción-. De los 140 cardenales electores actuales, el Papa ha nombrado a casi el 80%.

Una vez más, prefiriendo las periferias al centro, sorprendió a todos al elegir visitar Córcega para un simposio sobre religiosidad popular organizado por el obispo de Ajaccio, el cardenal François Bustillo.

En Ajaccio, el Papa hizo hincapié en un "sano laicismo", del que Córcega, donde las tradiciones católicas siguen profundamente arraigadas, representa a sus ojos un modelo.

Su encuentro con el clero local y la Misa celebrada bajo la estatua de Napoleón Bonaparte pusieron de manifiesto el fuerte vínculo existente entre la población corsa y el Obispo de Roma. La tercera visita del Papa a Francia concluyó con otro encuentro con el presidente Emmanuel Macron, quien, en un guiño a la polémica, le regaló un libro sobre la reconstrucción de Notre-Dame de París.