La 38ª visita pastoral a Italia del Pontífice se estructuró en torno a cuatro momentos destacados: su encuentro con el clero y los religiosos locales en la basílica de Saint-Zéno a las 8:30 horas, antes de un saludo a los jóvenes; su participación en la manifestación pacifista “Arena di Pace” a las 10 horas en la Arena de Verona; una visita y almuerzo con reclusos en la prisión de Montorio alrededor del mediodía; y finalmente Misa en el estadio Bentegodi.
1Encuentro con el clero
Quien entrega su vida al Señor debe dar testimonio de una "fe viva que, con caridad audaz, siembra el Reino de Dios en todas las situaciones de la vida cotidiana", declaró el Papa durante su primera intervención del día en Verona, frente a de 800 sacerdotes y religiosos reunidos en la basílica de Saint-Zéno, la mañana del 18 de mayo de 2024.
En su discurso, el pontífice utilizó la metáfora de "la barca del Señor que navega en el mar de la Historia para llevar a todos la alegría del Evangelio", invitando a los clérigos y a las personas consagradas a mantener "la memoria del asombro". del primer llamado” y cumplir su misión “con audacia”. También los llamó a inspirarse en los numerosos santos y beatos de la Iglesia de Verona.
Perdonen todo"
El Papa también pidió a los sacerdotes, como suele hacer a menudo, que no hagan del confesionario “un lugar de tortura” y, por tanto, al contrario, que “lo perdonen todo”.
A continuación, el Papa saludó a unos 5 mil niños y jóvenes reunidos en la plaza, instándolos a ser “constructores de paz”.
2Arena di Pace
El pontífice participó del encuentro “Arena de la paz – La justicia y la paz se abrazarán” en el que participaron 12 mil 500 personas. La mañana estuvo marcada por actividades artísticas y testimonios de personalidades involucradas en la promoción de la paz, particularmente en Tierra Santa.
El Papa señaló que la cultura está fuertemente marcada por el individualismo y no por la dimensión comunitaria. Consideró que “la raíz de las dictaduras” se encuentra en esta cultura que muchas veces conduce a un ejercicio solitario del poder. Además, llamó a vincular “autoridad” y “responsabilidad” en la vida de todas las instituciones y a no idealizar el ejercicio del poder, pues la autoridad sana “es capaz de localizar sus propias fortalezas y limitaciones, y saber a quién acudir” para recibir ayuda y “localizar lo bueno en cada uno”, ofreciendo la oportunidad de que todos participen.
Preguntado sobre la atención que se debe dar a los inmigrantes y a los excluidos, el Papa explicó que, en los Evangelios, Jesús pone "a los más pequeños en el centro" y los presenta "como testigos de un posible cambio". Hizo “visibles a las personas que la sociedad de su tiempo ocultaba y despreciaba”. “Me encanta cuando veo personas con limitaciones físicas participando en reuniones como hoy, porque Jesús no los escondió. Cada uno de nosotros tiene su propia voz”, insistió.
3encuentro con presos
El Papa Francisco compartió la comida y permaneció más de dos horas en un encuentro con reclusos, personal penitenciario y voluntarios en la prisión de Montorio. Esta es la decimoquinta prisión que visita desde el inicio de su pontificado.
Acogido en particular por los discursos del director de la prisión y de un preso que expresó su gratitud, el Papa Francisco se reunió con un total de 592 reclusos procedentes de 40 países en esta enorme prisión marcada, en sus noticias recientes, por varios suicidios.
No hay una vida sin horizonte"
“No hay vida sin horizonte”, explicó el Papa, recordando que la existencia de cada persona es “un don único para nosotros y para los demás, especialmente para Dios que nunca nos abandona y sabe escucharnos, alegrarnos y llorar con nosotros. "
"Todos nos necesitamos y todos tenemos derecho a tener esperanza, más allá de cada historia y de cualquier error o fracaso", insistió, invitando a los poderes públicos a trabajar por "la mejora de la vida carcelaria". Dirigiéndose a los detenidos -que solo podían verlo desde la ventana de su celda- el Papa aseguró haber visto “el rostro de Cristo, el rostro del Dios de la misericordia y del perdón”.
4Misa en el estadio Bentegodi
“El Espíritu Santo edifica a la Iglesia”, explicó el Papa Francisco durante la Misa celebrada en el estadio Bentegodi, en la víspera de Pentecostés. Siguiendo el protocolo ya habitual debido a sus problemas de movilidad, el obispo local -monseñor Domenico Pompili- presidió la Eucaristía y también participaron mil 500 coristas y la orquesta Appassionata, estructura creada hace cinco años y ya reconocida internacionalmente.
Francisco invitó a todos a preguntarse, en vísperas de Pentecostés: “¿Estoy realmente escuchando al Espíritu Santo? » Evocando la experiencia vivida por los apóstoles cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos, el Papa Francisco insistió en que “el Espíritu Santo nos da la valentía de vivir nuestra fe cristiana”.
“Debes escuchar y orar al Espíritu Santo, es Él quien cambiará tu vida”, aseguró. El Papa explicó que incluso para un hombre de 90 años, todavía hay tiempo para cambiar de vida.
"El Espíritu Santo nos da coraje para vivir cristianamente", insistió el Papa, denunciando a los "cristianos tibios" que piensan que el coraje cristiano se aprende "haciendo cursos de coraje". “El Espíritu Santo nos da coraje”, repitió el Papa ante las cerca de 32 mil personas presentes en el estadio.
El Espíritu Santo trae armonía a la Iglesia”
A través de la experiencia de Pentecostés, “el Espíritu edifica a la Iglesia”, explicó Francisco. "No nos hace a todos iguales, sino a todos diferentes", aseguró, al tiempo que explicó que esa unidad en la diversidad se vive "con un solo corazón". “El Espíritu Santo nos une a todos”, aseguró.
“Todos necesitamos armonía en la familia, en la ciudad, en la sociedad. Lo contrario es la guerra, que viene del Divisor”, recordó. Por el contrario, “el Espíritu Santo trae armonía a la Iglesia”. “Pidamos a María que nos ayude a recibir el Espíritu Santo”, concluyó.
Al final de la celebración el Pontífice salió de Verona en helicóptero poco después de las 17.40 horas (local).
