1desmitificar la IA
Para el Papa, "el uso mismo de la palabra 'inteligencia' es engañoso", como afirma en su último mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales.
"Es cierto que las máquinas tienen una capacidad inconmensurablemente mayor que los humanos para memorizar datos y relacionarlos entre sí, pero corresponde solo a los humanos descifrar su significado", insiste.
Por ello, insta a "despertar al hombre de la hipnosis en la que cae como consecuencia de su delirio de omnipotencia, creyéndose un sujeto totalmente autónomo y autorreferencial, separado de todo vínculo social y ajeno a su condición de criatura".
En su mensaje 2024 por la paz, el Pontífice también subrayó los límites de estas nuevas tecnologías: "no todo se puede predecir, no todo se puede calcular". Y añadió que "la representación de la realidad en megadatos, por muy funcional que sea para la gestión de las máquinas, implica una pérdida sustancial de la verdad de las cosas".
2Proteger la inteligencia humana
Aunque el Papa rechaza cualquier postura tecnofóbica, considerando que las nuevas tecnologías, incluida la Inteligencia Artificial, tienen la capacidad de mejorar enormemente la vida de las personas, lamenta que "los datos recogidos hasta ahora parecen indicar que las tecnologías digitales han contribuido a aumentar las desigualdades en el mundo".
Por ejemplo, se mostró muy preocupado por el uso de la Inteligencia Artificial en el ámbito militar -por ejemplo con el uso de robots asesinos- o en el de la información, alertando de los graves errores y posibles manipulaciones. También señaló con el dedo las formas de discriminación e incluso de "control social" derivadas del uso masivo de la IA en "procesos automáticos que categorizan a los individuos". Expresó su preocupación, por ejemplo, por el hecho de que esta tecnología pueda determinar si una persona tiene o no derecho a un préstamo bancario.
En otro ámbito, el Pontífice advirtió de la rápida destrucción de puestos de trabajo por las aplicaciones industriales de la Inteligencia Artificial, signo de una sociedad en la que se agravan las desigualdades. Fundamentalmente opuesto a estos excesos, fruto de una visión anónima de la tecnología, defiende una IA capaz de dar "a cada ser humano el papel de sujeto". Y cuando fue invitado a hablar sobre la IA en la cumbre del G7, dijo a los sacerdotes que quería hacer esta pregunta a los jefes de Estado: "¿Cómo va vuestra inteligencia natural?"
3legistar
El Papa Francisco ha acogido con satisfacción los recientes esfuerzos de algunas organizaciones internacionales para regular estas tecnologías "para que promuevan un verdadero progreso, es decir, para que contribuyan a un mundo mejor y a una calidad de vida totalmente superior".
Subrayó la necesidad de alcanzar un acuerdo vinculante a nivel universal. Reconociendo que "no será fácil llegar a un acuerdo en estos ámbitos", pidió a la Santa Sede que elaborara una carta ética que sirviera para establecer principios esenciales, lo que dio lugar en 2020 al Llamamiento de Roma por la Ética de la Inteligencia Artificial, firmado por los gigantes digitales IBM, Microsoft (accionista de OpenAI, nota del editor) y Cisco. Este texto pide que se pongan en marcha sistemas transparentes, imparciales, inclusivos y fiables, que se proteja la privacidad de los usuarios y que los creadores de IA asuman sus responsabilidades.
