6 lecciones del beato Carlo Acutis para los “influencers”

En un mundo dominado por los "me gusta", los seguidores y las personalidades digitales, es fácil olvidar los valores más profundos que deberían guiar nuestras vidas. Aquí entra en escena el Beato Carlo Acutis un joven que, a pesar de haber fallecido a los 15 años, dejó un poderoso legado que habla directamente a los influencers de la actualidad.

Carlo no era un adolescente normal que amaba la tecnología; demostró que podemos usar nuestros talentos y pasiones para ayudar a los demás, generar un impacto positivo y vivir de manera auténtica.

En honor a la festividad del joven santo, aquí hay algunas lecciones clave de la vida de Carlo que los influencers de hoy pueden aprender, independientemente de si están activos en las redes sociales o simplemente intentan vivir sus valores personales en un mundo conectado.

A una edad tan temprana, Carlo Acutis era particularmente sabio. Una vez dijo: "Todas las personas nacen como originales, pero muchas mueren como fotocopias". Es fácil dejarse llevar por las tendencias y hacer lo que todos los demás hacen para seguir siendo relevante. Pero el mensaje de Carlo es simple: tu voz única importa.

La presión por encajar y ganar aprobación, ya sea a través de las redes sociales o en la vida diaria, a menudo puede empujarnos a conformarnos. Carlo nos recuerda que la originalidad es una fortaleza. Ser uno mismo, en lugar de una versión de lo que crees que los demás quieren ver, crea conexiones más profundas y un impacto duradero. En un mundo de imágenes seleccionadas, la autenticidad se destaca.

Mucho antes de que aparecieran los influencers digitales, Carlo usaba la tecnología para compartir algo que le importaba profundamente. Creó un sitio web que catalogaba los milagros eucarísticos de todo el mundo, combinando su amor por las computadoras con su pasión por la fe. Demostró que Internet no es solo un lugar para selfies y entretenimiento, sino que también puede ser un espacio para el aprendizaje, la amabilidad y la inspiración.

Los influencers de hoy tienen una plataforma enorme. Ya sea que tengas millones de seguidores o un pequeño círculo de amigos, tu voz puede marcar la diferencia. ¿Estás usando tu influencia para animar, educar o difundir positividad? Carlo nos recuerda que podemos usar nuestros espacios digitales para algo más grande que nosotros mismos.

Si bien a Carlo le apasionaba la tecnología, no permitía que esta lo consumiera. Pasaba tiempo practicando deportes, haciendo amigos, haciendo voluntariado y viviendo una vida plena. Su tiempo en línea tenía un propósito, no era excesivo.

Para muchos influencers, existe una presión constante para mantenerse conectados: publicar, responder comentarios, mantener una imagen pública. Pero la vida de Carlo es un recordatorio de que el mundo digital no lo es todo.

La verdadera influencia surge de equilibrar la presencia en línea con la vida fuera de línea, cultivar relaciones, mantener los pies sobre la tierra y tomarse tiempo para la reflexión. La influencia tiene que ver con quién eres cuando las cámaras no están grabando y las pantallas están apagadas.

La vida de Carlo se caracterizó por la sencillez. No necesitaba perseguir el lujo ni la riqueza material para sentirse realizado. A pesar de haber nacido en una familia adinerada, no estaba obsesionado con las marcas ni con los últimos gadgets. Vivía con un espíritu de satisfacción, apreciando las pequeñas cosas: una pizza con amigos, un partido de fútbol o un momento de tranquilidad en la naturaleza.

A Carlo no le interesaba hacerse famoso, sino marcar la diferencia.

Desde muy joven tenía un instinto compasivo. Ayudaba con regularidad a las personas sin hogar de su comunidad, a menudo usando su propio dinero para comprar comida o artículos básicos para los necesitados. No buscaba reconocimiento, simplemente quería ayudar.

Puede que Carlo Acutis no haya tenido millones de seguidores ni una plataforma mundial durante su vida, pero su influencia sigue creciendo años después de su muerte. Esto se debe a que dejó algo significativo. Vivió con intención, propósito y un claro sentido de valores. No persiguió la fama. En cambio, persiguió una vida con sentido, y eso es lo que hace que su historia sea tan cautivadora hoy en día.