Está ubicada en Marcapata, un pueblo andino a más de 3000 metros sobre el nivel del mar. Se trata de la iglesia de San Francisco de Asís, una emblemática construcción religiosa (Siglo XVI-XVII) que ejemplifica la fusión cultural (barroca andina) española y local durante el período de la colonia.
En efecto, esta iglesia guarda un fuerte vínculo con la congregación franciscana, pero una de las características que más la hizo famosa fue su techo de paja (repaje), además de un interior colmado por pinturas murales con diversas representaciones como de personas, animales y flores.
No en vano, en agosto de 2015, el Ministerio de Cultura de Perú estableció –a través de una resolución- que reconoce los conocimientos, prácticas y rituales asociados al repaje o wasichakuy de la iglesia de San Francisco de Asís como Patrimonio Cultural de la Nación.
Precisamente, estas particularidades han favorecido a que en los últimos años se iniciaran diversas propuestas de restauración de la mano de organizaciones como Word Monuments Fund (WMF).
«La iglesia ha sufrido daños por el envejecimiento natural y la insuficiencia de recursos para su mantenimiento. En ausencia de un drenaje adecuado, la infiltración de agua de lluvia ha provocado el deterioro de la estructura interna del techo, lo que a su vez ha provocado daños en los murales que decoran las paredes y el techo de la iglesia», recordaba WMF hace algunos años.
«Además, la transmisión de las habilidades de repaje de generación en generación se ve amenazada por los cambios demográficos de la comunidad», agregaba en aquel entonces.
Convenio para intervención total
En los últimos días, el arzobispo de Cusco, monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, suscribió un nuevo convenio de cooperación con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco y la WMF Perú, para la intervención total del templo colonial San Francisco de Asís de la provincia de Quispicanchi.
«Me alegra muchísimo poder firmar este convenio que hará posible la restauración de una de las más importantes obras presente en Cusco, que va a rescatar todo este hermoso pasado cultural que tenemos (…)», expresó Alarcón Urrutia, tal cual reproduce el propio Arzobispado de Cusco.
«Va a ser una señal muy hermosa para poder mostrar a todos los visitantes el trabajo, la presencia y la participación de la comunidad, sus costumbres, sus tradiciones y que también ayudará a mantener la unidad, porque a través de la fe, la gente se une, trabajan unidos. Continuó dando su compromiso de colaboración y de tener siempre la disponibilidad de unir esfuerzos para ir rescatando el valor patrimonial que tenemos», puntualizó.
En ese sentido, tal cual se indicó, «la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, se encargará de la ejecución, supervisión, liquidación de obra, cierre de proyecto y entrega del monumento histórico»
«El expediente técnico incluye los componentes de conservación y recuperación de la estructura arquitectónica, conservación y restauración de elementos arquitectónicos y obras de arte, investigación arqueológica y sensibilización e involucramiento, por un monto de S/.5´438,468.26», se agregó desde el Arzobispado de Cusco.
En tanto, también se recordó que se realizó la catalogación, inventario y registro de los bienes inmuebles del templo y se brindó toda la información histórica.
Perú y nueva campaña para impulsar turismo
La restauración de este templo histórico en Perú de alguna manera va en línea con la necesidad de salvaguarda de estos espacios religiosos patrimoniales, pero también con aquello de seguir apostando para que visitantes nacionales y extranjeros puedan seguir maravillándose con este tipo de «joyas arquitectónicas» en sitios como Cusco, también destacado a nivel internacional por el turismo.
Según publicó este 13 de abril Agencia Andina, el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Luis Fernando Helguero, anunció que se proyectan nuevas campañas nacionales e internacionales para seguir impulsando la actividad turística en Perú.
«Vienen nuevas campañas nacionales e internacionales, seguiremos apoyando los feriados largos con el apoyo de Promperú y su buena gestión; también tenemos a través del Viceministerio de Turismo programas importantes como Turismo Emprende, Somos Artesanía», afirmó.
«Perú es un país con un potencial turístico inigualable, un destino A1, pero necesita su tiempo para reactivarse después de los baches tan grandes que ha habido», agregó el ministro en relación a la crisis política y social que ha estado atravesando el país sudamericano en los últimos meses.