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Más arte, papá

Un padre pasea con su hija por el área verde de una ciudad.

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Guillermo Dellamary - publicado el 09/07/22
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El filósofo y psicólogo Guillermo Dellamary, colaborador de Aleteia, defiende la presencia del arte y la belleza en el entorno urbano

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Alicia, que tiene cerca de 9 años, se levantó con gran entusiasmo después de haber soñado que existía un ciudad llena de arte por doquier.

"Papá, llévame a la glorieta donde hay muchos cuadros. Quiero mirarlos todos y disfrutar de las explicaciones que nos dan sus autores sobre sus obras", insistió Alicia.

El padre no cuestionó el espontáneo amanecer y requerimiento de su adorable hija, y la llevó a ese lugar donde cada sábado hacen cita muchos artistas para mostrar su obra.

A la niña le brillaron los ojos y se quedó envuelta, en múltiples emociones con alegria, al ver que su sueño se hacía realidad.

Cada cuadro que observaba la transportaba a un pedacito de su imaginación, le generaba tantas emociones positivas, que era una maravilla verla tan contenta y con tanta consciencia.

"Es que los cuadros los pintan los ángeles con las manos de los artistas", decía entre saltos de júbilo. "Ellos creen que están pintando, pero los verdaderos creadores son sus propios angelitos que los inspiran", añadía con una sonrisa jocosa.

Agregó: "Me gustaría que no sólo en este parque se pusieran los artistas, sino que hubiera toda una ciudad llena de arte. Que las mismas casas, los camellones, las fachadas de los edificios, los puentes peatonales y hasta los semáforos fueran unas esculturas."

El padre se quedó muy pensativo y sin derrochar palabra alguna, se limitó a reconocer que su hija tenía razón. ¿Por qué hay tan pocas manifestaciones de arte urbano? Algunas esculturas, fuentes y ciertos arcos, son buenos intentos de bañar una ciudad de arte. Pero no es suficiente... ¿Por qué tendrá esa idea mi hija? así que decidió preguntarle.

Con qué nos conecta el arte en la ciudad

Ella le respondió así: "Es que el arte inspira confianza, nos conecta con el cariño, con las cosas bonitas de la vida, con la creatividad y la alegría, tal y como me siento ahorita. Y no como tanta gente que vive frustrada, enojada, con miedo, triste y recurre a vivir con violencia y egoísmo. Una ciudad vestida de arte es como mi mamá cuando va a una fiesta, se ve más linda y bonita, se arregla y mejora su ánimo. Por eso sueño que nos invada el arte, en vez del pesimismo, la mentira y la frustración."

Tenía razón, los políticos deben inyectar más arte a las ciudades, con estilos positivos, bellos, innovadores y que den mejor aliciente a que vivamos más contentos y felices, como hoy está mi hija.

El asunto es que tengamos más propuestas de arte urbano en vez de anuncios comerciales, para que aprovechemos muros, bardas, fachadas y cuanto espacio se tenga, para una expresión artística.

Sería mucho más interesante citar a un amigo en la esquina de un cuadro de Rubens, en la plaza Goya o en la glorieta de los impresionistas. Donde, efectivamente, se tengan unas muestras que sean copia de algunas de sus obras, por ejemplo.

Queremos más bella música por avenidas y parques, más esculturas y espacios donde los artistas y artesanos expongan su talento.

Es una propuesta para que predomine la creatividad estética, que junto con la flora se transforme la fisonomía de nuestras áreas urbanas, tan cargadas de frialdad, con postes, cables,  anuncios y letreros.

Necesitamos enfatizar la trascendencia de lo bueno, lo verdadero y lo bello. Ponerle más empeño a lo bello desde en nuestros hogares, particularmente acercando el arte como principal principio de decoración, para que los infantes, desde muy temprana edad, disfruten de los estímulos visuales de las diversas escuelas y manifestaciones pictóricas o de distintas esculturas.

Una vida rodeada de lo bello

Nos hace falta cuidar más los estímulos auditivos en las calles al disminuir la intensidad que producen los autos, las motocicletas o el estruendo de algunos trenes de alta velocidad.

Hay muchas ciudades que huelen mal, y sus habitantes ya se han acostumbrado a esos malos olores sin que le pongan un remedio adecuado a la pestilencia de sus transportes públicos.

Todo es con el fin de que niñas como Alicia tengan una mejor impresión de las ciudades y hogares en los que habitan. Que su experiencia de vida se encuentre rodeada de lo bello, de las expresiones estéticas más ingeniosas y creativas posibles.

Así que es oportuno que empieces por hacer cambios significativos en la decoración de tu espacio cotidiano y le des un toque más artístico a tu vida diaria. Y no se trata de que gastes un dinero que por el momento a lo mejor no se tiene, sino de que tú también te las ingenies para crear belleza dentro de tu hogar y enviar así un mensaje estético a tu familia.

El arte es sublime, eleva nuestra sensibilidad, nutre nuestro espíritu y desde luego, fomenta más paz y alegría, que son unos ingredientes indispensables para elevar nuestra calidad de vida.

Invierte tu tiempo y recursos en incrementar un mundo más creativo que destructivo. Démosle a la próxima generación más belleza.

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