Desde mayo de 2020 a la fecha, la Iglesia católica en Estados Unidos ha sufrido aproximadamente cien incidentes de incendios provocados; vandalismo y destrucción de sitios y monumentos; así como pintas y derribamiento de estatuas de personajes relevantes.
Indudablemente, el que ha llevado la peor parte ha sido san Junípero Serra (1713-1784). El fraile franciscano nacido en Petra (Palma de Mallorca) que evangelizó la Sierra Gorda de Querétaro en México; y, posteriormente la Alta California (en el actual territorio de California, Estados Unidos).
Era el único español con una estatua en el Capitolio de Washington. Mereció la calificación del franciscano Salustiano Vicedo, máximo especialista en el tema, como "figura colosal de la cátedra, el púlpito y las misiones". Pero la estatua y la memoria de San Junípero sufren hoy un amplio repudio.
Se hizo hermano de los indígenas
Si bien los reclamos sobre la vida y la obra de fray Junípero Serra en California venían desde tiempo atrás, la ola de denuestos en su contra tuvo como punto de partida el 23 de septiembre de 2015, cuando el Papa Francisco lo canonizó en Washington.
En aquella ocasión el pontífice argentino recalcó que fray Junípero "supo dejar su tierra, sus costumbres; se animó a abrir caminos; supo salir al encuentro de tantos aprendiendo a respetar sus costumbres y peculiaridades. Aprendió a gestar y a acompañar la vida de Dios en los rostros de los que iba encontrando, haciéndolos sus hermanos".
Nada de eso parece importar ahora, cuando está de moda corregir el pasado y demostrar, con actos concretos, que la historia ni cuenta ni importa. Mucho menos cuando el antiguo "padre de California" fue el que fundó las misiones que dieron el rostro al que es, actualmente, el Estado más poderoso de la Unión Americana.
Por lo pronto, el alcalde demócrata de Los Ángeles, California, Eric Garcetti, decidió eliminar el nombre del parque "Padre Junípero Serra'' situado frente a Union Station.
Garcetti sostuvo que el parque se va a llamar temporalmente "La Plaza Park" hasta que se adopte un nuevo nombre. La estatua de san Junípero presidía el parque desde 1930 y fue derribada por grupos extremistas en 2020.
Apóstol de California
El pretexto o justificación de Garcetti es muy parecido al que han usado otros líderes políticos en Estados Unidos, México o Argentina: que no es que se tenga nada en contra de quien fue llamado por mucho tiempo "Apóstol de California", sino que la remoción de la estatua es para impedir que vuelva a ser vandalizada.
Sin embargo, en la política, la forma es fondo. Y Garcetti decidió cambiar el nombre del parque justamente el 11 de octubre, cuando en más de cien ciudades estadounidenses se ha cambiado el día de Colón por el Día de las Personas Indígenas.
Líderes de pueblos originarios de California han insistido en derribar y demoler estatuas de San Junípero.
No se puede reescribir la historia
Tras la decisión del alcalde Garcetti, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, recordó el legado de san Junípero Serra, en un tuit:
"Todos compartimos la misma misión, la misión que trajo san Junípero Serra a California, compartir la Buena Nueva del amor de Dios y dar testimonio de Su amor a través de nuestras acciones".
Anteriormente, el arzobispo Gómez junto con el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordilione, en un artículo publicado en The Wall Street Journal, rechazaron tajantemente lo que calificaron como "mentiras indignantes" que forman parte de un proyecto de ley del Estado de California para reemplazar la estatua del misionero mallorquín que se encuentra en el capitolio estatal.
El Proyecto de Ley 338 de la Asamblea, que busca reemplazar la estatua de san Junípero por una en honor a las poblaciones indígenas locales. Los legisladores californianos insisten en que el santo franciscano, al establecer las misiones en el territorio que entonces pertenecía a la Nueva España (México) fue responsable de llevar a cabo "atrocidades contra los pueblos indígenas".
El mejor símbolo multiétnico
Gómez y Cordileone resaltaron en el texto que "si bien hay mucho que criticar de este período, ningún historiador serio hizo jamás afirmaciones tan escandalosas sobre Serra o el sistema de misiones, la red de 21 comunidades que los franciscanos establecieron a lo largo de la costa de California para evangelizar a los nativos".
Más adelante, remarcaron que “como líderes de las dos comunidades católicas más grandes del Estado (Los Ángeles y San Francisco), servimos a miles de californianos nativos que profesan la fe católica desde sus antepasados que ayudaron a construir las misiones”.
Y terminaron con una propuesta: “No podemos pensar en ningún símbolo mejor para este Estado multiétnico comprometido con la dignidad humana y la equidad que colocar dos estatuas en el Capitolio de California, una que celebre la herencia viva de los pueblos indígenas de California, y otra que refleje la fe y el liderazgo de su defensor: san Junípero Serra”.