Perú acaba de vivir una Semana Santa en medio del confinamiento con celebraciones religiosas que una vez más tuvieron como protagonista la virtualidad. Pero en medio de un panorama complejo en la lucha contra el coronavirus también hay lugar para la esperanza.
Un claro ejemplo es la campaña que desde 2020 viene realizando la Iglesia junto a otras organizaciones en procura de que ninguna persona muera por falta de oxígeno. En este caso, uno de los insumos más demandados en tiempos de coronavirus. El trabajo arduo y constante ya ha dado grandes resultados, tal cual se ha informado en varias ocasiones en Aleteia. Pero en los últimos días tuvo un nuevo capítulo.
El pasado domingo 4 de abril, durante la Pascua de Resurrección, el obispo de Carabayllo, Lino Panizza Richero, anunció que había superado la meta trazada dentro de la campaña humanitaria “Lima Norte Respira”. Esto permite la construcción de una nueva planta de oxígeno en el distrito de Independencia, informa la Iglesia de Perú.
Panizza “agradeció el gesto solidario de los obispos, sacerdotes, parroquias, movimientos pastorales, congregaciones religiosas a toda la feligresía que dio un aporte a esta campaña”, se recuerda en la nota.
Perú vivirá este 11 de abril una nueva instancia electoral. Lo hace en medio de una pandemia que ha dejado hasta el momento más de 53.000 personas fallecidas. A pesar de esto, y entre tanta incertidumbre, las acciones de organizaciones vinculadas a la Iglesia no han cesado.
Es ahí donde aparece el ejemplo, una vez más de Cáritas Perú para con los más vulnerables y la “otra pandemia” del hambre y la falta de empleo. Recientemente se anunció también la instalación de dos módulos de madera para poder ofrecer ollas comunes en zonas de asentamientos.
Esto, tal cual indica también la Iglesia de Perú, dentro del proyecto “Apoyo a ollas comunes durante la segunda ola de contagios por el COVID 19”. Gracias a la iniciativa se hace posible llegar con almuerzos a unas 60 personas de lunes a viernes.
Como dato anecdótico, la instalación de estos módulos fue posible gracias a la colaboración de la Marina de Guerra de Perú.