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La Navidad se acerca otra vez, ¿cuántas veces la hemos celebrado? Sin embargo, este año es distinto del anterior, y lo será del próximo, si Dios nos permite llegar. Pero lo que no cambiará nunca es el misterio de nacimiento de Jesús y su amor por nosotros.
Dispón tu corazón
Por eso, nuestro corazón debe estar preparado y dispuesto para recibir al Niño que viene a recordarnos que sin Él, la salvación no hubiera sido posible.
Así mismo, te sugerimos algunas formas en las que podemos dejar listo su lugar en nuestra vida personal y familiar.
1Reza el santo Rosario
La oración siempre será el camino seguro para encontrarnos con el Señor. Meditar los misterios gozosos del santo Rosario -en familia- nos mantendrá enfocados en el misterio de su encarnación, su nacimiento y su misión de anunciar la Buena Nueva.
Además, cada Ave María -en especial cuando repetimos "y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús"- pondrá nuestra mirada en María Santísima, que está esperando al Hijo de Dios.
2Coloca tu nacimiento en el centro de tu hogar
El árbol de Navidad es un hermoso adorno, pero lo que no puede faltar en un hogar cristiano es el nacimiento —el belén—, que es el motivo de esta fiesta.
Sin Jesús no hay Navidad, por eso hay que hacerlo visible de la mejor manera. Colócalo en el lugar más concurrido de tu casa, porque en esta época ese será el centro del hogar al que todos deben acudir, esperando el momento de la llegada del Niño Dios.
Y si tienes niños pequeños, será excelente idea que ellos ayuden a arreglarlo.
3Reconcíliate con quienes estés enojado
El mejor regalo que podemos darle al Salvador del mundo es cumplir con su mandamiento de amarnos los unos a los otros (Jn 13, 34). Y la reconciliación es la mejor expresión del amor.
Por supuesto que no es fácil, porque reconocer que se ha fallado en una relación significa hacer acopio de valor y tener humildad para decir "lo siento", "perdón", "discúlpame".
Pero más vale pasar un momento de vergüenza que lamentar no haberlo hecho.
4Acércate a la confesión
Por último, realiza una buena confesión. Limpiar la casa espiritual para recibir al Señor es la acción más hermosa que podemos realizar para dignificar nuestro corazón; así, el Niño Jesús hará en nosotros su morada.
Y recuerda: no es una fecha más, es la Navidad del año 2024, que será distinta a cualquiera porque tú mismo eres distinto, dispuesto y preparado para la mejor Navidad de tu vida, disfrútala en compañía de tus seres queridos.