Dios está en tu interior cuando estás en gracia. Detente para experimentarlo. Cierra los ojos. Puedes hablarle, darle gracias y alabarle con esta preciosa oración:
Padre bueno, que haces maravillas:
Tú eres Misericordia
Tú eres Bondad
Padre todopoderoso
Tú que nos haces hijos tuyos
derrama aquí tu Amor
derrama en mí tu Amor
Tú me dices:
Ven, no tengas miedo
yo te hice para mí
yo te hice para ser amada/amado
toda completa entera/entero
sin mancha
ven a mi Corazón.
Padre, por favor,
acógeme
cámbiame, transfórmame
libérame de mis miedos
de mis ataduras
de mi cárcel
líbrame de todo mal.
Padre:
Yo te ofrezco el Cuerpo, el Alma, la Sangre y la Divinidad
de Jesús vivo, en su pasión
libérame del pecado y de la muerte
perdóname, Padre.
No quiero ser más esclavo/a
No quiero estar nunca más preso/a
Tú me has hecho para la Vida
para VIVIR, LIBRE, contigo
Porque soy
tu hija amada/tu hijo amado
soy tuya/soy tuyo
tu favorita/tu favorito
Haz tu voluntad en mí
yo no puedo nada, no controlo nada
solo quiero estar CONTIGO
solo contigo
siempre contigo, todo contigo
solo para ti.
Tú me dices:
Te estoy llamando a ti
tú sabes ya quién soy
no lo puedes negar
ven y adéntrate más, más
ven y adéntrate más, más
adéntrate en mi Corazón.
Padre mío:
Quiero adentrarme
quiero darte todo, entregártelo todo
que lo inundes todo dentro de mí
con tu Gracia.
Que vives Tú en mí y yo en Ti
derrama poderosamente tu Espíritu de Amor
sobre mi cuerpo, sobre mi alma
sobre mi historia
adentro, más adentro.
Sáname lo que nunca han sanado
lo que nadie ha querido
lo que estaba perdido
dame un corazón nuevo
capaz de hacer tu Voluntad.
Gracias Padre
Te lo pido todo en el nombre de Jesús, por su Sangre Preciosa
porque por sus llagas hemos sido sanados
te lo ruego de la mano de mi Madre Santísima, María
por la fe de nuestra Santa Madre Iglesia.
Gracias Padre.
Una persona liberada
Su lectura es de una intensidad creciente hasta el final, cuando entras tú como lector en la trama y descubres algo realmente impactante.
¿Te atreves?