Como un adelantado al boom de la evangelización por medios digitales que estamos viviendo, el padre Gustavo Lombardo empezó hace 15 años a realizar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de manera virtual.
Lo que tímidamente inició a través de una incipiente página web, hoy se multiplica a través de canales y redes sociales. Hasta llegar a decenas de miles de visualizaciones de un video en esta Cuaresma. Lo explica a Aleteia este sacerdote argentino nacido en Los Cisnes, provincia de Córdoba:
“Yo tengo gran afecto a los Ejercicios Ignacianos porque a través de ellos descubrí mi vocación sacerdotal. Cuando tenía 15 años, en Argentina, viajé 700 kilómetros para hacerlos; a los 18 años los hice nuevamente y pedí ingresar a la congregación del Verbo Encarnado, donde me ordené en el año 2005”.
Hoy, la Providencia Divina le ha permitido que dirija la actividad on line precisamente desde la ciudad española de Manresa, donde san Ignacio de Loyola empezó a escribir sus ejercicios espirituales y vivió una de las principales etapas de su vida espiritual entre marzo de 1522 y febrero de 1523.
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El entusiasmo no decae
“En el Verbo Encarnado hemos adoptado estos ejercicios jesuitas y los hacemos todos los años. Yo estaba tan entusiasmado con ellos, que lo primero que hice fue hacer un escrito y darlo a la gente para que los conocieran. ’Dale 18 minutos al Señor y lee esto, a ver si te convencés de hacerlos’, les decía. En ese tiempo era diácono y con un seminarista decidimos hacer una página web, además mandábamos emails para invitar a la gente”.
Una de las primeras respuestas fue de una persona muy interesada, que vivía un poco lejos.
El padre Gustavo se ofreció a pagarle el pasaje del bus, pero resultó que era de Quito (Ecuador), a miles de kilómetros de Mendoza (Argentina) donde estaba el seminario del Verbo Encarnado, congregación argentina de religiosos y religiosas que nació en 1984.
Con la autorización de su superior, el padre Gustavo le envió el material por internet y a pesar de las muchas dificultades de conexión, dio sus frutos este primer Ejercicio Ignaciano virtual. El sacerdote lo recuerda con entusiasmo:
“Entonces, con los debidos permisos, publiqué la posibilidad de hacerlos por internet y no habían pasado dos horas cuando me escribe un señor para apuntarse. ¡Estaba que volaba de la felicidad, me sentía pescador de hombres!”.
Así fue como el recién ordenado sacerdote, de un poco más de 25 años, empezó a recibir hasta 200 correos electrónicos por día y con la ayuda de otros sacerdotes iban respondiendo las consultas.
Fueron pasando los años y mejorando cada vez más las grabaciones para los ejercicios virtuales, que complementaban los que el Verbo Encarnado seguía haciendo presencialmente en los muchos países donde está la comunidad.
Sin embargo, el padre Lombardo deseaba hacer una buena grabación exclusiva para la página web, de una mejor calidad.
“Dios acomoda todo”
La oportunidad le llegó el año pasado con la pandemia, que suspendió los viajes misionales, redujo las actividades y durante la cual enfermó de covid-19 y cuidó a su mamá afectada por el mismo virus.
Ahí tuvo ocasión de empezar a materializar esa idea. Y luego fue trasladado a Manresa, como vicario de la parroquia Nuestra Señora de La Merced, donde terminó de hacer realidad su proyecto evangelizador.
El presbítero asegura que Dios acomodó todo:
“Él hace lo que quiere con nuestra vida y siempre lo hace bien. Llegué a Manresa a finales de octubre y en esta Cuaresma pude presentar la nueva tanda de reflexiones a través de WhatsApp, Telegram y la página web (https://ejerciciosive.org/).
El año pasado, los Ejercicios Espirituales del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) tomaron cuatro días seguidos de completa dedicación y reunieron 3.500 participantes virtuales.
Una hora cada día de la Cuaresma
Este año, consciente de que la vida ha ido volviendo a la normalidad, los organizó de manera que se dedicara una hora diaria durante los 40 días previos a la Semana Santa.
El primer video fue visto cerca de 47.000 veces; el segundo, 29.000; en Telegram el grupo tiene 4.700 integrantes, y otros tantos los recibe por WhatsApp, en pdf o los escucha en Sound Cloud.
No es fácil saber cuántos exactamente hacen en esta Cuaresma el recorrido espiritual guiados por el padre Lombardo y más de 20 sacerdotes que misionan alrededor del mundo y se encargan de responder las consultas. Podrían ser casi 10.000 personas.
Todas ellas cuentan con la oración de los misioneros y contemplativas de la congregación, que oran permanentemente por los frutos de estos ejercicios.
Manresa y el año jubilar
En su diálogo con Aleteia, el padre Gustavo asegura que no hay mejor lugar en el mundo para dirigir estos ejercicios que Manresa, ubicada a una hora de Barcelona:
“El hecho de que les mande fotos desde La Cova de San Ignacio ha motivado mucho a la gente, el resto lo hace el santo en el corazón de cada uno de los que participan”.
Allí en Manresa, según el propio san Ignacio, Dios le hizo una elevación del entendimiento, nunca llegó a entender lo que entendió en el lugar y le dio gracias especialísimas.
En esta ciudad catalana con gran cantidad de musulmanes, el sacerdote adelanta su labor pastoral con feligreses que son en su mayoría adultos.
También ha empezado a trabajar con un grupo de jóvenes, con quienes peregrinó recientemente al Santuario de la Salud Viladordis, uno de los lugares a los que acudía san Ignacio.
El sacerdote empezó con tres horas de adoración eucarística diaria en el templo y su deseo es contar con una capilla de adoración perpetua.
La parroquia de La Merced queda en el casco histórico, a diez minutos a pie de la famosa cueva. Muy cerca quedan otros lugares ignacianos como la Capilla de san Ignacio enfermo, la antecueva o la casa Masía de los Marcetes.
En el año 2022 se celebrarán los 500 años de la llegada de san Ignacio de Loyola a esta ciudad y a partir del próximo 31 de julio se realizará el segundo año jubilar.
“Definitivamente veo la mano de la Providencia Divina y de nuestra Madre del Cielo, gran inspiradora de estos ejercicios, que no son más que un modo práctico, casi milagroso, para encaminarse a la santidad”.
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Testimonios de todo el mundo
Son miles los testimonios que en estos 15 años de ejercicios virtuales se han recibido, entre ellos el de Elena Murga, de Guatemala, quien contó a Aleteia que atravesaba un durísimo momento de su vida, causado por su propia familia:
“Deseaba vengarme y matarlos, pero la tentación más fuerte era suicidarme. Me daban ganas de saltar por un puente que atravesaba siempre que iba a misa. El día en que le dije al Señor que ya no podía más, de pura casualidad vi el anuncio de los Ejercicios Espirituales en Youtube”.
Gracias a ellos, Elena se sintió totalmente renovada y pudo perdonar de corazón a su familia “e incluso amarlos, como nos ama Jesús nuestro Señor. El deseo de matarme desapareció. Anhelo encontrarme con Él, pero cuando Él lo disponga”.
Hoy, cuando está haciendo los Ejercicios Espirituales de san Ignacio por segunda vez, asegura con alegría:
“A través de ellos me encontré con mi Creador de una forma profunda, sencilla y permanente, son frutos que, por la gracia de Dios, ¡duran toda la vida!”.
Telegram: https://t.me/ejericiosignacianos
Youtube:
Página web: https://ejerciciosive.org/
Hoy celebramos a...