“El mundo está al borde de una catástrofe moral”, advierte el director general, Tedros GhebreyesusDurante la apertura de la 148 reunión del Comité Ejecutivo de la OMS, en Ginebra, su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, lanzó una dura denuncia: Los países ricos han acaparado las vacunas, y los países pobres se han quedado sin ellas.
Una situación que resumió con estas palabras: “El mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico”.
“Tengo que ser franco. El mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral y el precio de este fracaso se pagará con vidas y medios de sustento en los países más pobres del mundo”, declaró.
Ghebreyesus criticó la actitud del “yo primero” de las naciones ricas; y también criticó a los fabricantes de vacunas por “perseguir la aprobación regulatoria en los países ricos, en lugar de enviar sus datos a la OMS para dar luz verde al uso de vacunas a nivel mundial”.
De hecho, la OMS había puesto en marcha durante 2020 la iniciativa COVAX, una coalición de países para garantizar el reparto equitativo de las vacunas. Una iniciativa que no está teniendo resultados, ya que varias naciones del primer mundo, como EE.UU., se han negado a participar.
Frente a países que han comprado dosis suficientes como para vacunar cinco veces a su población, como es el caso de Canadá; hay países como Guinea, que “sólo se han administrado 25 dosis en un país de ingresos más bajos. No 25 millones; no 25.000; sólo 25”.
El director general de la OMS lanzó este reto:
“Mi desafío para todos los Estados Miembros es garantizar que para cuando llegue el Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, las vacunas COVID-19 se estén administrando en todos los países, como símbolo de esperanza para superar tanto la pandemia como las desigualdades que acechan, la raíz de tantos desafíos de salud mundial. Espero que esto se haga realidad”, expresó.
Al final, estas acciones egoístas de los países ricos, “solo prolongarán la pandemia, las restricciones necesarias para contenerla y el sufrimiento humano y económico“, añadió.
África se queda fuera
La OMS confirma así la denuncia, hace un mes, de la coalición People’s Vaccine Alliance: las naciones ricas, que representan el 14% de la población mundial, hayan acaparado el 53% de las vacunas.
La alarma ya había sido lanzada a finales de diciembre de 2020 desde Nairobi. En declaraciones recogidas por Reuters, John Nkengasong, presidente del Africa Centres for Disease Control and Prevention, advertía que si se dejaba a África sin acceso a las vacunas, las consecuencias serían catastróficas.
La pandemia, de hecho, avanza a ritmo alocado en el continente, sobre todo por la nueva cepa detectada en Sudáfrica, mucho más contagiosa: En las últimas semanas de 2020, el aumento de contagios crecía en un 19%, y el de muertes, en un 26%, según datos del CDC.
En unas duras declaraciones, Nkengasong criticó que algunas naciones ricas hayan comprado vacunas como para inmunizar varias veces a sus poblaciones, mientras que con un poco de suerte, algunos países africanos verán la vacuna a finales de 2021.
Papa Francisco ya lo advirtió
Desde el Vaticano, ya en marzo de 2020, el Papa Francisco creó una Comisión vaticana COVID-19. El fin de la misma es el análisis y la reflexión respecto a los desafíos socioeconómicos del futuro y la propuesta de criterios para afrontar la pandemia.
Esta Comisión, en diciembre, emitió un documento en el que advertía a los líderes mundiales que “las vacunas deben proporcionarse a todos de manera justa y equitativa, dando prioridad a los más necesitados”.
En su mensaje Urbi et Orbe de Navidad, Papa Francisco volvía a lanzar la misma advertencia al mundo: «si existe la posibilidad de curar una enfermedad con un medicamento, éste debería estar al alcance de todos, de lo contrario se comete una injusticia».
«El virus se difunde sin freno, pero no somos capaces de dar una respuesta conjunta», denunciaba el Papa Francisco el 20 de noviembre, al recibir en audiencia a un grupo de sacerdotes.
En declaraciones a la emisora italiana TG5, el Papa reiteraba, respecto al acceso universal a las vacunas: “llegó el momento de pensar en el nosotros y borrar el yo por un período de tiempo, ponerlo entre paréntesis. O nos salvamos todos con el ‘nosotros’ o nadie se salva”.