Te ofrecemos una guía para rezar con los salmos de la Biblia. Hoy hablamos del salmo 37.
Son muchas las ocasiones que tiene el ser humano para perderse en inquietudes. Ante cualquiera y siempre, Dios no abandona a sus hijos y les hace una promesa eterna y presente en la historia de cada uno, así como también demanda de ellos seguir sus huellas en bondad y servicio a los demás.
El salmo 37 en la Biblia habla al hombre que intenta hacer lo correcto, que quiere practicar el bien y la justicia. Pero que ve con desánimo cómo los que hacen el mal parecen tener éxito en la vida. ¿A quién no le ha sucedido alguna vez...?
Sin embargo, no hay que dejarse engañar: "No sufras por los malvados, no envidies a los que obran mal...", dice el salmo.
El triunfo de los que hacen el mal es sólo aparente, mientras que a los que hacen el bien el Señor les dará la verdadera paz.
Salmo 37: Espera en el Señor
Confía en el Señor y practica el bien;
habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite,
y él colmará los deseos de tu corazón.
Encomienda tu suerte al Señor,
confía en él, y él hará su obra;
hará brillar tu justicia como el sol
y tu derecho, como la luz del mediodía.
Descansa en el Señor y espera en él;
no te exasperes por el hombre que triunfa,
ni por el que se vale de la astucia
para derribar al pobre y al humilde.
El Señor se preocupa de los buenos
y su herencia permanecerá para siempre;
El Señor asegura los pasos del hombre
en cuyo camino se complace:
Aléjate del mal, practica el bien,
y siempre tendrás una morada,
pero los justos poseerán la tierra
y habitarán en ella para siempre.
Salmo 37(36),3-4.5-8.18.23.27.29.
Texto bíblico: Libreria Editrice Vaticana