Terror en Francia, una mujer policía decapitada en la catedral de Niza, al menos 3 muertos Agresión dramática con un cuchillo dentro de Notre Dame, la catedral de la ciudad francesa de Niza. El papa Francisco informado del reciente ataque en la Catedral de Niza, manifestó su cercanía a la comunidad católica que está de luto. Según la edición francés de Aleteia, en el atentado han muerto tres personas.
Escena dantesca, pánico en la ciudad, un hombre atacó y decapitó a una mujer policía, quien fue herido por las fuerzas del orden y arrestado.
El alcalde de Niza, Cristian Estrosi, afirmó a medios franceses que el agresor, mientras estaba siendo medicado tras ser detenido, gritaba: ¡Al·lahu-àkbar! (Dios es grande)”.
La reacción del Papa y del Vaticano: ”Es un tiempo de dolor, en un tiempo de confusión. El terrorismo y la violencia nunca pueden ser aceptados. El ataque de hoy ha sembrado la muerte en un lugar de amor y consuelo, como la casa del Señor”, declaró hoy a la prensa el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
“El Papa está informado de la situación y está cerca de la comunidad católica de luto. Reza por las víctimas y sus seres queridos, para que cese la violencia, para que volvamos a considerarnos como hermanos y no como enemigos, para que el querido pueblo francés reaccione unido al mal con el bien”, añadió Bruni.
“Se trata de un ataque terrorista”, confirmó a la prensa local, el alcalde de Niza, Cristian Estrosi. Por su parte, el Ministro del Interior, Gerald Darmanin, informó que la policía está llevando a cabo una operación de seguridad.
El ataque con arma blanca ocurrió esta mañana, alrededor de las 9 en la catedral del centro de Niza, en la avenida Jean-Medecin.
Por su parte, los obispos de Francia anunciaron a través de un comunicado que “dondequiera será posible, las campanas de las iglesias francesas sonarán al unísono a las 3 p.m. de hoy”.
También propusieron esta oración para rezar en esta circunstancia dramática:
Señor:
Te confiamos nuestro país que acaba de vivir un nuevo acontecimiento dramático en el asesinato de varias personas en la basílica de Notre Dame de Niza.
Tu Hijo, en la Cruz, gritó la desesperación de nuestra humanidad. Escucha nuestro grito. También nos guía en su resurrección. Que nos arraigue en una auténtica esperanza.
Te pedimos por los difuntos y sus familias. Te confiamos su dolor.
Te pedimos por la comunidad cristiana y por todos los habitantes de la ciudad de Niza. Da especialmente a los católicos sentirse consolados y renovados en su testimonio evangélico.
En vísperas de Todos los Santos, que el Espíritu Santo nos haga, más que nunca, constructores de paz, en la justicia y la verdad.
Por intercesión de Nuestra Señora, te lo pedimos.
El presidente de la conferencia episcopal, monseñor Éric de Moulins-Beaufort a través de un tweet manifestó su cercanía a la diócesis de Niza, ubicada al sur del país, y a su pastor.
“Una vez más mi oración muy especial por el pueblo […] y por el obispo Marceau para que sepan sostenerse en esta prueba y apoyar a los que son probados en su carne”.
“El domingo, para la Fiesta de Todos los Santos, escucharemos al Señor: ‘Bienaventurados los pacificadores, serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados ustedes que son perseguidos por mi causa. Porque grande es su recompensa en el cielo”.
Además, monseñor Éric de Moulins-Beaufort pidió rezar por las víctimas del atentado y manifestó su cercanía a sus familias en vísperas de la fiesta de Todos los Santos.
El ataque se produce mientras Francia está todavía en estado de shock por la decapitación de Samuel Paty, el profesor asesinado el 16 de octubre por hablar con los estudiantes sobre las caricaturas de Charlie Hebdo que representaban al profeta Mahoma, fundador del islam.
El Papa también condenó el atentado de manera categórica y pidió unidad al pueblo francés en este momento de dolor.
Además, confió a “Francia a la protección de Notre Dame” y envió de corazón “su Bendición Apostólica a todos los afectados por esta tragedia”.
Lo hizo a través de un telegrama de luto por las víctimas dirigido al obispo de Niza, monseñor André Marceau, enviado por medio del cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado.
[Última actualización: 15:50 hora de Roma]
