El Pontífice también afirmó que el mundo tiene una deuda de gratitud con los pueblos indígenas: “También de penitencia para reparar el mal que les hemos hecho”.El papa Francisco lanzó un mensaje de alerta sobre la gravedad del aumento global del nivel del mar y recordó que las placas de hielo que sostienen dos grandes glaciales de la Antártida se están rompiendo. Lo hizo durante la audiencia general del miércoles, 16 de septiembre de 2020, en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico Vaticano.
“Hoy leía en el periódico de esos dos grandes glaciares cercanos al mar de Amundsen, están por caer: ¡Será terrible! Porque el nivel del mar aumentará y esto traerá tantas, tantas dificultades y tanto mal ¿Y por qué? Por el calentamiento (global), por no cuidar el ambiente, por no cuidar la casa común”, dijo el Papa ante 500 fieles y peregrinos que le acompañaban en la audiencia respetando las normas sanitarias de distancia física y usando mascarillas.
Así se encuentra los glaciares (Galería)
Francisco argumentó que cuando tenemos esta ‘relación – permítanme la palabra – fraternal’ con la creación. Nos volveremos custodios de la casa común. Custodios de la vida y custodios de la esperanza. Custodiemos el patrimonio que Dios nos ha confiado para que las futuras generaciones puedan disfrutarlo”.
De esta manera, el Papa instó a pensar a los propios hijos, a los nietos, a las nuevas generaciones que vendrán después y que cargarán con el peso de la explotación del medio ambiente en los años posteriores. “Los que siguen este camino se convierten en “custodios” de la casa común, custodios de la vida y de la esperanza. Custodian el patrimonio que Dios nos ha confiado para que las futuras generaciones puedan disfrutarlo”, argumentó.
¿Por qué es una mala noticia el rompimiento de los glaciares de la Antártida?
Volviendo a la referencia del Papa a los glaciares Pine Insland y Thwaites, cabe destacar que estos están ubicados uno al lado del otro en la Antártida y hacen partes de las placas vitales de hielo que sufren las consecuencias del calentamiento global, según los científicos que publicaron un estudio en la revista internacional Proceedings of the National Academy of Sciences, el lunes 15 de septimebre. Los mencionados glaciares representarían el 5% del aumento global del nivel del mar.
En este contexto, el Pontífice afirmó lapidario: “Tantas veces nuestra relación con la creación parece una relación de enemigos, destruir la creación, explotar la creación a mi beneficio. No olvidemos que esto se paga caro, recuerden el dicho español: Dios perdona siempre, nosotros perdonamos a veces, la naturaleza nunca perdona”.
Corregir y volver a equilibrar la relación con la creación
El Papa destacó dos actitudes necesarias para corregir y re-equilibrar la relación de la humanidad con la creación: la contemplación y el cuidado de la casa común.
Francisco que escribió Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común en 2015, asegura que todas las formas de vida están interconectadas y por lo tanto los abusos contra nuestro planeta son un “grave pecado” que causa daño y enfermedad.
La contemplación es un antídoto – argumentó – para una acabar con una visión que ve la creación como un mero “recurso” y nos coloca como los gobernantes absolutos de todas las criaturas, fruto de una visión distorsionada de la Biblia y de un desequilibrado y soberbio antropocentrismo, que acaban arruinando la armonía del plan divino de Dios.
“La contemplación nos hace sentir llamados a cuidar la creación, reconociendo que somos parte de ella y que las criaturas tienen un valor intrínseco conferido por Dios. En este sentido, los pueblos indígenas y ciertos grupos populares tienen mucho que enseñarnos”.
Deuda y penitencia hacia los pueblos indígenas
El Papa que había presidido un Sínodo en Roma sobre la Amazonia el año pasado afirmó que el mundo tiene una deuda de gratitud con los pueblos indígenas: “También de penitencia para reparar el mal que les hemos hecho”.
Además habló de los movimientos que cuidan del ambiente y que sufren ataques: “Pero también pienso en aquellos movimientos, asociaciones y grupos populares, que se esfuerzan por proteger su territorio con sus valores naturales y culturales. Sin embargo, no siempre son apreciados e incluso, a veces, se les obstaculiza por que no producen dinero”.
El apoyo del Papa a una revolución pacífica
El Obispo de Roma afirmó que estos “movimientos, asociaciones y grupos populares” no son un obstáculo, sino que “contribuyen a una revolución pacífica, la “revolución del cuidado“.
“Contemplar para cuidar, contemplar para custodiar la creación, custodiar a nuestros hijos, a nuestros nietos, custodiar el futuro, contemplar para curar y custodiar para dejar una herencia a las futuras generaciones”, sostuvo.
“Ahora bien, no hay que delegar en algunos lo que es la tarea de todo ser humano. Cada uno de nosotros puede y debe convertirse en un “custodio de la casa común”, capaz de alabar a Dios por sus criaturas, de contemplarlas y protegerlas”.
Francisco ha continuando hoy su ciclo de catequesis sobre el tema: “La curación del mundo” y la meditación se centró en el tema: “El cuidado de la casa común y la actitud contemplativa” (Lectura: Gen 2:8-9.15).