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El Señor de los Milagros y su primera misa en Perú

LIMA
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Pablo Cesio - Aleteia Perú - publicado el 14/09/20
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Un 14 de septiembre, pero de 1671, se celebró la primera misa en honor al famoso “Cristo de Pachacamilla”

Un 14 de septiembre, pero de 1671, se celebró la primera misa en honor al famoso “Cristo de Pachacamilla”

Octubre suele ser el mes de mayor festividad y devoción hacia “El Señor de los Milagros”, la expresión de fe más popular de Perú. Pero en septiembre hay una fecha que también llama la atención.

Efectivamente, un 14 de septiembre de 1671 se ofició la primera misa en honor al también conocido como “Cristo de Pachacamilla” o “Cristo Morado”, entre otros.

Sucedió en la ciudad de Lima ante autoridades eclesiásticas y civiles en la ermita que se erigió por orden del virrey Pedro Antonio Fernández de Castro. La fecha coincidió con la celebración de la Exaltación de la Santa Cruz.

Desde ese momento el culto y devoción se continuó extendiendo llegando a ser considerado a este crucificado con el paso de los años el Señor de los Milagros.

Terremoto de 1655

No obstante, para entender mejor la ermita y esta primera misa hay que ir un poco más atrás en el tiempo. Más precisamente hacia el 13 de noviembre de 1655, día que tuvo lugar un potente terremoto que sacudió a Lima y Callao, movimiento sísmico que dejó miles de víctimas, así como destrucción de viviendas y templos.

Una de las ciudades afectadas fue Pachacamilla, donde en uno de los muros de adobe de una cofradía había una imagen de Cristo en la cruz, que increíblemente (para muchos considerado un milagro) permaneció en pie tras el terremoto.

Debido a esto, el sitio se transformó en lugar de peregrinaciones, pero también el lugar de otras manifestaciones que no eran vistas con buenos ojos por el párroco de San Sebastián en aquel momento, José de Mena, quien le pidió al virrey que prohibiera las reuniones y se borrar la imagen.

Sin embargo, lo que se pidió finalmente no se pudo (incluso hubo tres personas designadas para ello que no lo lograron), ganando también lugar el clamor popular para que se dejara. El virrey y el vicario general Esteban de Ibarra decidieron dar marcha atrás con la orden y autorizar el culto, además del levantamiento de una ermita provisional (donde se celebró la primera misa).

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Para conocer más sobre esta tradición puedes ver estas notas a continuación:

 



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